La situación de La Palma está a unos centímetros de entrar en la preocupación. Los 21 puntos le dan para mantener una distancia relativa con respecto a los equipos que están inmersos en salir de las llamas. Dos partidos por encima. Esa es la situación. Y como pueden observar, necesita un triunfo a la mayor brevedad posible porque de lo contrario se puede ver en un problema inesperado porque hasta llegar a este punto ha ido sosteniéndose en la tranquilidad.

Le asoma el Puente Genil. Y los recuerdos se trasladan a la primera vuelta. En aquel partido, La Palma mereció mucha más que la derrota. Jugó uno de los partidos más completos y a domicilio y sin embargo salió tiritando y sin puntos. Allí precisamente comenzó una racha negativa de la que le costó salir. Por eso, el equipo de Nacho Molina quiere revertir la situación y solo se fija en que el fútbol y el rival le devuelvan lo que le restó en la primera vuelta liguera.

El equipo cordobés es un aspirante a todo, como siempre, pero baja sus prestaciones cuando sala de su guarida y de ahí que solo tenga 27 puntos a estas alturas de la temporada. Es el conjunto que más empata, nueve, y por ahí también se está desangrando. En todo caso, tiene potencial para ganar en cualquier campo y eso obliga a La Palma a ponerse en su mejor versión si quiere sacar el pleito adelante.

El club condal se ha reforzado con Sofián, un jugador de banda que llega procedente de La Rinconada y que se formó en la cantera del Sevilla. Y viene por orden expresa del entrenador, que ve en él un futbolista rápido, vertical y que llega para dar competitividad a una platilla que cuenta con pocos efectivos.