Grandes y pequeños. Desde El Campillo y cualquier punto de la provincia de Huelva. El Nuevo Colombino vibró con la Rojita en su partido ante Hungría. Una fiesta del fútbol que permitió a la capital onubense disfrutar de la Selección española sub-21 30 años después.

Con las bocinas como sonido ambiente en la casa del Recreativo de Huelva, los aficionados al balompié vivieron una noche inolvidable. Banderas de Españas atadas al cuello, caras pintadas y la mejor de las sonrisas, los más pequeños se divirtieron en el que, para muchos, era su primer partido de fútbol.

Una cita que pasará a la historia y que se suma al histórico de visitas de la Selección a Huelva, a la ciudad del Recreativo, el Decano del fútbol español. Los aledaños del Nuevo Colombino se tiñeron de rojo para recibir al autobús de la sub-21 que llegó al templo albiazul arropado por muchos de los asistentes al encuentro.

Una ola tras otra. Así se divertían los presentes en la cita de la Selección sub-21 ante Hungría. Un encuentro muy esperado por todos, sobre todo, por la visita de Fermín López. El futbolista del FC Barcelona, natural de El Campillo, hizo que su pueblo acudiera en masa a presenciar el partido internacional de la fase de clasificación para el Europeo de 2025.

Un orgullo para los campilleros que presumen de como Fermín crece como futbolista profesional y como va cumpliendo sus sueños poco a poco. El azulgrana, que se dejó su casa para hacer las maletas e irse a La Masía con solo 13 años, volvió este viernes a Huelva para reencontrarse con su gente y cumplir un nuevo sueño, jugar en el Nuevo Colombino.

Linternas encendidas para animar a la Rojita y pancartas con la que los más pequeños pedían la camiseta a su ídolo. En el 62 Fermín fue sustituido. El Nuevo Colombino se puso en pié y realizó una emotiva ovación al jugador del FC Barcelona que disfrutó del ambiente de su tierra natal en la casa del Recreativo de Huelva, club en el que dio el pistoletazo de salida a su carrera antes de marcharse al Real Betis. 

Casi 13.000 asistentes acudieron al feudo albiazul para ver a la Rojita que dio este viernes en Huelva un paso más hacia la Eurocopa de 2025 en Eslovaquia. Una cita que se despidió al son de Puede ser mi gran noche -la que han vivido los jugadores de la Rojita- de Raphael.