A pesar de que el conjunto onubense firmó una positiva actuación, las polémicas decisiones arbitrales y la mala fortuna de cara a portería la enturbiaron al imposibilitar que pueda conseguir una victoria que le dé oxígeno. A pesar de no merecer la derrota en su vuelta a las instalaciones deportivas del C.D. Lamiya, debido a la imposibilidad de poder jugar en su propio estadio, la situación se antoja complicada para el equipo de Antonio Toledo al sumar solamente 1 punto en ocho jornadas que le mantienen colistas de la clasificación.

Durante los primeros minutos del encuentro, el Sporting ejercía una presión asfixiante al conjunto sevillano, dominante en la posesión pero con pérdidas continuas en campo propio que facilitaban a las espartanas la creación de ocasiones peligrosas. Antes de que se cumplieran los primeros diez minutos, llegó la polémica después de que la colegiada González González no viera punible un penalti a favor del Sporting tras una mano clamorosa dentro del área bética.

A pesar del dominio ofensivo del conjunto de Antonio Toledo, en la primera llegada del Real Betis a zona de peligro, un tímido centro de Carla Armengol desde la banda acabaría entrando al fondo de la portería de Chelsea tras que el esférico rebotara en Patri Ojeda. El Sporting, como venía pasando tradicionalmente durante la temporada, tendría que remar a contracorriente para poder igualar un partido que le había dado la espalda.

Una vez por debajo en el marcador, el Sporting de Huelva seguiría con la tónica dominante del encuentro; múltiples ocasiones que no terminarían recompensando el gran trabajo del equipo onubense durante la primera mitad. En el fútbol hay un dicho que dice que cada vez que fallas, lo acabas pagando. Eso es, justamente, lo que le ocurrió al Sporting. Al borde del descanso, la colegiada se inventaría un penalti a favor de las visitantes al considerar que el derribo de Raiderlín sobre Rosa fue dentro del área, mientras que en imágenes se ve como la jugadora bética cae un metro antes de llegar al réctangulo. Rosa no fallaría y aumentaría la diferencia en el marcador, además de acabar con la paciencia de un Antonio Toledo indignado, expulsado con roja directa. El fútbol estaba siendo injusto con las espartanas.

Tras el paso por los vestuarios, el Sporting seguía buscando incansablemente el gol que le diera la esperanza de reducir la distancia en el marcador. No obstante, el Real Betis también intentaba buscar alguna oportunidad al coontraataque que cerrara definitivamente el encuentro, aunque sin mucho peligro. En definitiva, todo continuaba tal y como concluyó la primera mitad.

Conforme iban pasando los minutos, la ansiedad se apoderaba de unas espartanas que se estaban esforzando al máximo para lograr el ansiado gol. Sin embargo, la mala fortuna se lo estaba impidiendo; el balón llegó a besar hasta en cuatro ocasiones los postes. La esperanza llegaría con el sorprendente gol de tiro libre de Laia Ballesté desde el centro del campo, cogiendo por sorpresa hasta a la guardameta rival, que provocaría que el esférico acabara atravesando la línea de la portería, recortando distancias.

Finalmente, todas las expectativas creadas a raíz del 1-2 caerían a plomo durante el descuento, donde llegaría el definitivo 1-3 para el Real Betis tras un despeje insuficiente de Chelsea a la salida de un saque de esquina y que Cameron lograra controlar correctamente el balón y rematar con precisión.