Mikel Gandarias será el entrenador de la Agrupación Deportiva Cartaya la próxima temporada. En la tarde del miércoles se cerró un acuerdo que ha dejado satisfechos a todos, club y entrenador, ya que se buscaba un perfil muy determinado y el técnico lo cumplía con creces.

El convencimiento para la junta directiva encabezada por Manolo Benítez llegó desde el primer momento, ya que Mikel desplegó su teoría de cómo iba a ser el Cartaya y convenció al presidente y al director deportivo a las primeras de cambio.

El club tiene la premisa de seguir apostando por la cantera. No en vano va a tener representación en andaluza por medio del cadete y del equipo juvenil, y se desea aprovechar esa ola buena para continuar el crecimiento de la base. Además, en Cartaya se demanda un fútbol de presión alta y juego de ataque y eso va en el ADN del nuevo entrenador.

Gandarias llega a Cartaya con su preparador físico de confianza, Pepe Delgado, y en sus primeras manifestaciones como flamante entrenador del club rojinegro ya ha dejado claro que "no hay fórmula mágica en el fútbol, sólo trabajo y dedicación, ideas claras y convencimiento de la línea y hoja de ruta".

Mikel ha entrenado en las últimas cuatro temporadas al Pinzón de Palos de la Frontera, donde ha realizado un gran trabajo. Aunque el equipo palermo perdió la categoría de División de Honor, el trabajo del entrenador no ha pasado desapercibido, ya que ha conseguido mucho con muy poco.

El técnico ya está en permanente contacto con Tony Santos, director deportivo, para fabricar el nuevo proyecto que vuelva a ilusionar a los aficionados de Cartaya. Y en teoría la plantilla sufrirá cambios importantes en todas sus líneas. De hecho, ya se ha conocido que el portero Viruta no continuará por motivos personales, por lo que el Cartaya busca un portero de garantías además de defensas, centrocampistas y sobre todo delanteros, al menos dos, ya que en la última temporada le ha lastrado la falta de un atacante de garantías y eso le pasó factura en el transcurso de la liga.