Macías conquista el Andaluz

El rocianero Leonardo Macías volvió a coronarse por tercera vez campeón de Andalucía de gimnasia rítmica, confirmándose como el gimnasta con mayor proyección de nuestra tierra.

El pabellón cubierto Vista Alegre de Córdoba fue testigo del talento que atesora, su versatilidad y la fuerza con la que irrumpe cada vez que pisa el tatami. Un campeonato y una categoría sénior donde vuelve a demostrar que actualmente no tiene rival en la máxima categoría. Brillante triunfo y billete directo para su debut en el campeonato de España. En el Nacional, celebrado en Zaragoza, el joven pagó su falta de experiencia en esta cita. Los nervios le jugaron una mala pasada y no pudo demostrar todo su nivel.

No hubo luto. Este hecho no empaña un ápice su triunfo en el Andaluz, cincelado tras maratonianas jornadas de cuatro horas de entrenamiento tres días por semana, lo que da cuenta del sacrificio y preparación que requiere rendir a este nivel. Para estar a la altura del torneo, él y sus profesoras incrementaron a cinco el número de horas encaminadas a perfeccionar las coreografías.

El joven explica que este año el campeonato se dirimía en tres pruebas: cintas, aros y mazas; la normativa marca las dificultades y riesgos que han de incluir los ejercicios que se desarrollan sobre el tatami. Conjuntamente con sus profesoras, Leonardo fue perfilando y depurando la coreografía, incluyendo los ejercicios que mejor se adaptaban a su destreza y condiciones como atleta, que le han llevado a lograr puntuaciones muy notables. En aros fue reconocido por el jurado con un 8.450.

Macías sumaba doce años de edad cuando se inició como deportista. Su caso demuestra el potencial que tiene la televisión para despertar y moldear a la juventud. Fue tras visionar el programa Fama a Bailar, y más concretamente a una de las participantes del realityshow que emitía la cadena Cuatro, cuando su instinto artístico prendió. Según narra el joven, esta chica practicaba gimnasia rítmica y, al verla, quedó prendado de la belleza plástica de esta 'danza' que se desarrolla sobre la lona. Ahí se sintió atraído por la poesía que destila cada uno de los movimientos que en ella se ejecutan, así como el control total de la propia anatomía para ejecutar casi cualquier coreografía. Ahí le ganó para siempre el deporte, como si la rítmica estuviese inoculada en sus propios genes; una pasión dormida que sólo necesitaba una excusa para revelarse con toda su fuerza.

Ante la ausencia de escuelas deportivas y clubes en Rociana, el joven 'emigró' al Ilipla de Niebla, uno de los más solera de la provincia que, además, cuenta con entrenadoras como Pilar Fernández y María Jesús Moro, que tienen un amplio currículo formando a jóvenes promesas y elevándolas a lo más alto del podio. Allí aprendió la técnica y la disciplina de entrenamiento, que desarrolla de forma aplicada mientras continúa sus estudios de segundo de Bachillerato.

Quizás por la labor pedagógica que en nuestra sociedad han hecho filmes como Billy Elliot, a Macías no le costó demasiado romper los prejuicios que en el subconsciente colectivo ligan este deporte con la práctica femenina. De hecho, en Niebla es el único joven que integra el club, lo que delata que ciertos clichés aún perviven.

Macías afirma que su familia siempre fue un apoyo para él en este sentido. Entre los amigos, al principio su afición fue aprovechada "para el cachondeo", subrayando determinados estereotipos del deporte que han inoculado una sociedad machista. Sin embargo, cuando vieron que su pasión era algo más que un hobby, "todos me apoyaron y hoy me animan", sentencia el joven.

Su entrenadora, Pilar Fernández, sólo tiene palabras de elogio para él. "Primero por su valentía. Todo el chico que está en este deporte lo es; además, también reúne otros requisitos como es su capacidad de trabajo" para persistir una y otra vez en cada ejercicio en busca de la siempre esquiva perfección. Sólo así se pueden obtener metas tan altas como las que ha alcanzado el joven Macías.

Un triunfo que sabe a mucho teniendo en consideración que durante el verano los integrantes del Club Ilipla no reciben entrenamiento alguno. Las profesoras finalizan en junio su contrato temporal y no lo renuevan hasta septiembre. Por esta razón, el único consejo que pueden darles a los gimnastas es que realicen un "descanso activo" que incluya algún deporte como natación o ciclismo.