Lopetegui en el Oporto, cruz en los títulos y cara en las finanzas

Como buen portero que fue, Julen Lopetegui mantiene un imponente porte. Pero su altura y espalda ancha no lo ayudaron a superar la presión mediática y social del Oporto.

La perseverancia y agallas del vasco, de 49 años, no fueron suficientes para contentar a la administración del Oporto, con Jorge Nuno Pinto da Costa a la cabeza, quien cedió en la noche del jueves ante una inminente revuelta en el club. Parte de su dirección, los hinchas y los medios demandaban desde hace días la cabeza del técnico español.

A pesar de acabar el año como líder del campeonato, una inesperada derrota en la Copa de la Liga en casa ante el Marítimo de Funchal (1-3) y dos reveses seguidos en el torneo de la regularidad (ante el Sporting, 2-0, y el Rio Ave, 1-1) desembocaron en una tormenta perfecta en un equipo acostumbrado a arrasar en Portugal.

El actual tercer puesto, a cuatro puntos del líder, el Sporting, y la eliminación de la Liga de Campeones fueron consideradas señales de otro inminente fracaso, imperdonable en un coloso como el Oporto, que suma 19 títulos ligueros en los últimos 30 años. Desde hace 14 no está tres cursos seguidos sin levantar el entorchado. Si este año no gana la Liga, igualará esa marca.

Aún así, Lopetegui deja un doble y positivo legado en la entidad: su juego siempre respetuoso con el balón, reconocido públicamente por sus jugadores, y una envidiable solvencia financiero ya olvidada por los medios locales.

El club recaudó más de 100 millones de euros durante la era Lopetegui: vendió al Real Madrid a Danilo y Casemiro (por 31,5 y 7,5 millones de euros, respectivamente), a Jackson Martínez al Atlético (35 millones) y a Álex Sandro a la Juventus (26). Así, el club cerró la primera temporada con Lopetegui (2014-15) con beneficios de 19,3 millones de euros, después de acabar la campaña 2013-2014 con unas pérdidas de 40,7 millones.

El técnico vasco cerró 2015 con un balance de 53 victorias, 16 empates y 9 derrotas en 78 partidos. Sin embargo, Lopetegui se encontró esta temporada con una plantilla más debilitada, pues no llegaron sustitutos a la altura de Jackson, Casemiro y Óliver Torres.

La prensa lusa siempre lo miró con desconfianza por no tener un currículum sólido en grandes clubes, sus respuestas ásperas se malinterpretaron en muchas ocasiones y los piques dialécticos con Jorge Jesús, cuando éste era técnico del Benfica, acentuaron el clima de antipatía contra él.