Huelva se rinde a Carolina Marín

A las siete de la tarde Carolina se citó con Huelva y Huelva se citó con Carolina. Un recorrido triunfal de la medalla de oro olímpica entre las vallas que le abrían el paso hasta el pórtico del Consistorio onubense fue el comienzo de una corta pero intensa y ajetreada tarde de compromisos. Allí, a las puertas del Ayuntamiento, le cantó un fandango Andrés El Lepe antes de entrar al patio mudéjar que centraliza el edificio de la institución. Una vez dentro, con la tranquilidad del momento, personalidades del Consistorio recibieron a la campeona olímpica, quien no se separó de su medalla dorada en todo momento, entre presentes y flores. Agradecimientos, felicitaciones, besos y demás gestos con la onubense.

Como representante del alcalde, que se encontraba por motivos de trabajo en la República Dominicana, recibió a Carolina la primera teniente de alcalde, Elena Tobar. Además antes de subir al balcón del Ayuntamiento, la campeona olímpica recibió ramos de flores, muñecos de gomaespuma, y se hizo las fotos protocolarias correspondientes.

A continuación, en el piso de arriba y con Huelva al grito de "Carolina, Carolina", la onubense puso su broche en el libro de firmas del Consistorio y recibió la bandera de Huelva, así como un marco con su foto en el podio de Río de Janeiro y en el que reza el lema que lleva grabado a fuego la onubense: 'Puedo porque pienso que puedo'. La intensidad del día llevó a que volviera a bajar, donde supuestamente se iba a dirigir a los más de 3.000 asistentes, para subir al momento puesto que el público pidió verla desde la balaustrada. Allí, Elena Tobar le dedicó unas palabras a la onubense entre algunos pitos por la ausencia del alcalde. Destacó su "gran humildad, esfuerzo, constancia, valentía, el coraje que ha demostrado año tras año hasta llegar a ser lo que en estos momentos es, un ejemplo, no solo para todos los onubenses, que le llevamos en el corazón, sino para tu país, al que ha representado, llevando el deporte onubense y español a lo más alto". Seguidamente llegó uno de los momentos más emotivos y cumbres de la tarde, cuando el Coro de la Hermandad del Rocío de Emigrantes entonó la Salve Rociera entre las lágrimas de Carolina que no se creía el momento. Huelva entera rezó entre sones dorados ante una campeona olímpica en tres minutos que quedarán para la historia de la ciudad. Cuando dejaron de vibrar las cuerdas de las guitarras, Carolina tomó el micrófono y tuvo palabras de agradecimiento para su equipo; sus compañeros de entrenamiento; a sus padres, quienes permitieron que fuera a Madrid a los 14 años para dedicarse al entrenamiento del deporte que le ha llevado a la gloria; y todos los onubenses que se dieron cita con ella. "Gracias Huelva. Hoy podemos decir que Huelva es de oro", afirmó Carolina, quien desató la locura y arrancó una sonora ovación. El recorrido continuaba en la rueda de prensa con los medios de comunicación que tuvo lugar en el Salón de Plenos, para más tarde, salir escoltada por las fuerzas policiales hasta la Diputación de Huelva. La cantidad de seguidores no dejaron de animar y perseguir a Carolina en todo momento puesto que no querían desperdiciar ni un segundo de lo que ocurriese a su alrededor.

Una vez dentro de la Diputación, segunda y última parada, fue recibida por José Fernández, vicepresidente de la Diputación, y Vicente Zarza, delegado provincial de Educación. Tampoco estuvo presente el presidente de la institución provincial, Ignacio Caraballo, debido a que se encontraba fuera de la ciudad. De igual forma, Carolina dejó su sello en el libro de firmas y recibió, ya en el patio institucional, una carabela de plata y una escultura del escudo de Andalucía como presentes por su buen hacer y por dejar a Huelva reflejada en el panorama mundial deportivo. La tarde concluyó con las puertas de la Diputación abiertas y decenas de onubenses volcados sobre quien ha dejado la estrella dorada que más brilla sobre el cielo de Huelva.