Guillermo Flores, regatista onubense forjado a contracorriente cuyos éxitos han llegado con pocos medios y a fuerza de trabajo y fe en sí mismo, ha transmitido a la agencia de noticias EFE que se ha marcado una ruta "para que por fin este año sea sí” y represente a España en Tokio 2020.

Flores, campeón de España de la clase Láser Standard la pasada campaña, detalló que, al contar con un patrocinador, su calendario será más completo que nunca y empezará el 30 de noviembre en Las Palmas y luego en Vilamoura (Portugal) en regatas de entrenamiento con la idea de probarse "y ver cosas”.

"Hay mucho trabajo aún y el primer test serio será la Copa del Mundo de Miami en enero y luego el Mundial”, afirmó Flores, quien reconoció que llega a esta primera prueba con una ilusión, motivación y expectativas que “no tienen nada que ver con las de los arranques de otras temporadas”.

Dijo que "la idea sería llegar al Mundial sobre un 80%" y en abril "pelear la plaza olímpica", para lo que él y su equipo lo tienen todo "supermedido y pautado para estar a tope al día D”.

“El Mundial será el primer objetivo para evaluar toda esta pretemporada y estoy muy contento porque hemos logrado un pedazo de equipo alrededor”, señaló el regatista onubense de los medios con los que cuenta para alcanzar el objetivo olímpico.