Greipel, a la altura de Sagan
El alemán se impone al sprint y suma su tercera victoria en la presente edición, igualando en número de triunfos con el eslovaco · Los abanicos hicieron que Valverde perdiera más de 14 minutos en meta


El alemán Andre Greipel (Lotto) ya tiene su hat trick en el Tour de Francia igualando al eslovaco Peter Sagan (Liquigas), a quien relegó a la segunda plaza en un apretado sprint que lo condujo a la victoria en la decimotercera etapa disputada entre Saint Paul Trois Chateaux y Le Cap D'Agde, de 217 kilómetros, en la que Bradley Wiggins (Sky) retuvo un día más el maillot amarillo.
Greipel, a punto de cumplir 30 años, empató a tres con Sagan en una llegada en la que El gorila estuvo enorme ante la oposición del ciclista eslovaco, a quien superó por un tubular. Un duelo a alta velocidad en el que el noruego Edvald Boasson Hagen (Sky) fue lanzado por el propio líder, Bradley Wiggins, pero se tuvo que conformar con la tercera plaza.
Fue el desenlace previsto de una jornada larga que tuvo un final nervioso por las carreteras que acercaron la carrera al Mediterráneo, controlado por los equipos de los velocistas y con la presencia del viento, que destrozó el pelotón. En uno de los cortes quedaron atrapados, entre otros, Alejandro Valverde y Juan José Cobo (Movistar), que llegaron a 14 minutos del ganador.
El Tour se dirige rumbo a Los Pirineos sin cambios en la general. Los favoritos se tuvieron que mover en el último tramo y estar atentos a los cortes, pero llegaron juntos, de manera que las diferencias se mantuvieron.
En la etapa que condujo al pelotón hacia la costa se formó de salida una escapada de ocho corredores. Allí estaban el español Pablo Urtasun (Euskaltel), el danés Morkov (Saxo Bank), el holandés Roy Curvers (Argos Shimano) y cinco franceses, Bouet, Dumoulin, Engoulvent, Ladagnous y Pineau, que tenían marcada la etapa para darse un homenaje el día de su fiesta nacional. La aventura no sobrevivió por el control del Orica, que busca desesperadamente con Goss una victoria que le ponga en el mapa del Tour. La fuga se estabilizó en menos de cuatro minutos, por lo que estaba sentenciada de antemano.
Morkov se vio con fuerzas y dejó a sus compañeros de avanzadilla a 55 kilómetros de meta. Esfuerzo estéril, ya que el BMC de Evans se puso a tirar cuando apareció el viento de costado para colocarse a un puñado de segundos. Aparecieron entonces los abanicos y el pelotón se fraccionó, pero no pilló en fuera de juego a ninguno de los favoritos. Sí a Valverde, Leipheimer, Taaramae y Millar.
Premiado como combativo del día, Morkov fue devorado por el gran grupo en el ascenso a la única dificultad del trayecto, el Mont Clair, una cota de tercera categoría dura de roer con una cuesta al 10 por ciento de 1,6 kilómetros. En sus estrechas rampas atacó Menchov, sin resultado por la respuesta de Van den Broeck y Evans. El belga y el australiano pasaron en cabeza por la cima y luego, en la peligrosa bajada, el grupo del líder se redujo a 50 unidades. Allí no estaba Mark Cavendish, uno de los favoritos en el sprint. Toda una invitación al Lotto para pelear por el triplete de Greipel, que pasó apuros subiendo. La escuadra belga tomó el mando para anular la últimas rebeliones, primero a cargo de Vinokurov y Albasini y, finalmente, con Luis León Sánchez y el francés Sprick como protagonistas. Ambos trataron de sorprender, pero el ritmo de caza era infernal y allí había muchos intereses por la etapa. Sagan se buscaba solo la vida y los Sky asomaron en cabeza con Wiggins luciendo su jersey amarillo en primera persona.
El inglés, líder de la prueba, saltó en el último kilómetro en funciones de gregario lanzador. Como en sus mejores tiempos en la pista desbrozó el sprint para su compañero Boasson Hagen. Una arrancada brutal que sacó de rueda a algún aspirante, pero que también sirvió para fundir a su propio velocista, que fue tercero.
Greipel salió disparado en busca de su cuarta victoria en el Tour de Francia y Sagan se pegó a su rueda. Era el marcaje clave de la etapa, que se resolvió a favor del corredor de Rostock, que logró también el récord de victorias en la temporada con 16 mientras Sagan, maillot verde del Tour, se lamentaba de la oportunidad perdida: "Si hubiera saltado un metro antes creo que podía haber ganado".
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