España no quiere hacer de Goliat ante IsraelBriatore dice que intenta salvar a Renault

El resultado da leyenda de David contra Goliat es uno de los alientos que resguarda las expectativas de Israel, que asume su condición de víctima en la eliminatoria contra España, en la semifinal de la Copa Davis, pero no descarta "dar la sorpresa". "La clave de David fue sorprender a Goliat. Intentaremos hacer lo mismo", señaló el capitán hebreo, Eyal Ram, que rechazó considerar a España más accesible por las ausencias de Nadal y Verdasco.

Sin ellos, la condición de número uno del equipo español recae en David Ferrer, que abrirá la serie con el segundo cabeza de serie israelí, Harel Levy, según determinó el sorteo. Tras el alicantino saltará a la pista Juan Carlos Ferrero ante el número uno hebreo, Dudi Sela. El héroe de la eliminatoria de Marbella contra Alemania fue reclamado a última hora tras oficializarse la baja de Nadal. Dos partidos inéditos, sin precedente alguno entre los cuatro protagonistas, supondrán el inicio del duelo en el que España pretende encontrar el acceso a la séptima final de su historia.

El propio Ferrero sería el encargado de disputar un hipotético quinto partido si fuera necesario. Cerraría la eliminatoria el domingo ante Levy, después de que los dos primeros de cada equipo, Ferrer y Sela, abran (12:00) la jornada del último día.

Sin embargo, la semifinal puede quedar cerrada el sábado con la disputa del dobles. Costa confirmó que junto a Feliciano López, habitual en esta modalidad, Tommy Robredo tomará parte en la lucha por el tercer punto, dada la baja de Fernando Verdasco, componente tradicional del dobles español. Es para ambos la empresa más complicada de la eliminatoria. Sus rivales, Jonathan Erlich y Andy Ram forman una de las parejas más consolidadas del circuito.

Ambos equipos se han enfrentado en tres ocasiones a lo largo de la historia de la competición, y España nunca ha perdido. La más reciente fue en Israel, en 1996, donde Carlos Costa, Albert Costa, Álex Corretja y Emilio Sánchez Vicario ganaron los tres primeros puntos por la vía rápida.

Flavio Briatore se hizo el harakiri para salvar a Renault. eso es, al menos, lo que se desprende de unas declaraciones en las que el italiano, que el miércoles abandonó su cargo de jefe de la escudería, señaló que su marcha es un intento "de salvar al equipo" de una dura sanción de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).

"Sólo estaba intentando salvar al equipo. Era mi deber y ésa es la razón por la que he decidido dejarlo", explicó Briatore, cuyo futuro en el Queens Park Rangers, conjunto de la Segunda División inglesa que compró junto a Bernie Ecclestone, también podría estar en entredicho si la FIA le sanciona. Al parecer, las reglas de la Liga inglesa prohíben que cualquier propietario o directivo esté sancionado por un organismo internacional deportivo pueda ostentar un cargo en un club.

Mientras el director general de Renault, Patrick Pelata afirmó que el grupo francés no quiere discutir ahora si seguirá en la Fórmula 1. Con la confirmación del escándalo, han saltado las dudas sobre la continuidad de una marca que este año le va a costar unos 250 millones de euros con unos resultados mediocres y que además podría perder al piloto español Fernando Alonso.

Para la FIA, que se enfrenta al mayor escándalo de la historia del automovilismo, el Consejo Mundial del próximo 21 de septiembre donde estudiará el caso de la escudería Renault será crucial. La Federación tendrá que decidir si excluye a la marca francesa y, si lo hace, por cuánto tiempo. Por una parte, la exclusión puede devolver a la Fórmula 1 parte de su prestigio perdido. Pero por otra, la expulsión del constructor dejaría a la disciplina sin uno de sus principales protagonistas.