No acudiré al refranero español para no ser excesivamente repetitivo. Pero ya saber aquello de las escobas y de los principios. El Cartaya, después de resucitar de entre los muertos el día del Xerez, sumando una victoria de enjundia, llegaba a Pozoblanco con el alma pura, el corazón latiendo y subido a lomos de la moral. Así fue la previa, los prolegómenos, pero todo eso se deslomó en nada, en apenas unos instantes, porque el fútbol, independientemente de los resultados, son sensaciones.

Y bastaron dos detalles para descubrir que aquello podía acabar en tragedia. Un error grosero de Barragán lo salvó Marco Montaño con el pie. Fue una señal de lo que tocaba por venir. Porque a reglón seguido, en el 19 de juego, otro error en cadena provocó el primero de los locales.

Todo lo que vino después fue un desastre. Ya se advertía que el centro del campo no se presentó, que la defensa temblaba y que sólo un arrebato individual podía meter al Pozoblanco en problemas.

Al minuto 39 de juego el Pozoblanco vencía 3-0 y para lo que se atisbaba era corto. No ya por el juego local, sino por la impotencia cartayera, un alma que se llevó el diablo.

A los 40 de juego, Diego Vargas marcaba para el Cartaya y dos minutos después, el mismo jugador, hacía el segundo y de momento salió el sol. Dos arrebatos, dos goles, que no se correspondían con la realidad del partido.

Y eso fue lo que puso en orden la segunda parte. Cuando se esperaba que el Cartaya saliese convencido de protagonizar otra película, fue el Pozoblanco el que siguió imponiendo su guión a base de anticipaciones y a fuerza de dejar todas las carencias del Cartaya al descubierto. Le cayó el cuarto al conjunto de Juanma, a los 55 de juego, y a partir de ahí ya no hubo más, ni tan siquiera orgullo.

Ahora nos asalta la duda si el verdadero Cartaya es el de Pozoblanco o el del Xerez. Lo cierto es que al entrenador le queda mucho trabajo por delante. Lo primero será analizar la plantilla, que está coja por donde quiera que se mire y después, tener el atrevimiento de decirle a algunos jugadores que esto es Tercera División. Y con ese mensaje, debe ser suficiente como para que se percaten que aquí no puede jugar cualquiera.

Ficha técnica

Pozoblanco: Carlos Sánchez, Leo, Puyi (Agus), Valentín (Espinar), Castillo (León), Sergi Brunet, David García (Miguel Sánchez), Cachorro (Ángel), Hugo, Samu, Fran.

Cartaya: Marco Montaño, Manuel Rodríguez, David Novoa, Alejandro Barragán (Fran Palma), Francis Ruíz, Antonio Ponce, Miguel Fernández (Rubén Cabeza), Fernando Vargas (Juanma Galán), Lolo Contreras (Tavira), Diego Vargas, Antonio Molina.

Goles: 1-0 min. 19 Fran; 2-0 min. 30 Valentín; 3-0 min. 36 Fran; 3-1 min.40 Diego Vargas; 3-2 min. 42 Diego Vargas; 4-2 min. 55 Fran.

Árbitro: Palomares Gutiérrez del colegio gaditano. Mostró cartulina amarilla por los visitantes a Antonio Molina,

Incidencia: Polideportivo Municipal de Pozoblanco. Unos 300 espectadores.

RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN