Fútbol| División de Honor

El equipo de Amate nunca se rinde (2-3)

  • Doblete de Josué. Marcos ajustició a un Écija que nunca se entregó. Japón, expulsado. El Cartaya es de nuevo líder. El equipo de Amate gana por primera vez en la historia en el municipal astigitano.

Un lance del encuentro de la primera vuelta entre Cartaya y Écija.

Un lance del encuentro de la primera vuelta entre Cartaya y Écija. / Josué Correa

Alcanzar cualquier reto cuesta un mundo, o dos, sudor y lágrimas, a veces, y en otras algo de sangre. Al final, si uno lo consigue, por mucho que haya sido el sufrimiento, sonríe. La vida se viste de verde y que te quiten todo lo que has tenido que bailar. Así salió el Cartaya del Municipal de San Pablo, sonriendo y contando chistes. Lo que hace ganar. Te cambia el semblante, te vuelves hablador, dicharachero, todo te parece bien. El triunfo por dos a tres del Cartaya tiene un significado de largas profundidades.

Primero porque el conjunto de Amate vuelve a encalomarse en el liderato y aún tiene dos partidos pendientes. A eso hay que sumar que es la primera vez que el Cartaya gana en Écija. Había jugado con anterioridad en tres ocasiones con el resultante de un empate y dos derrotas. Eso sí, la última vez fue en 1979, es decir, el siglo pasado. Por ahí suma otra muesca en el revólver.

Con respecto al partido en sí, no puede tener más cosas un partido. A saber. Cinco goles, dos expulsados, uno por cada bando, un penalti, gresca dialéctica entre los dos banquillos. Por cierto, respecto a esto, el que puso los banquillos debió medir mejor. Es como los vecinos que se pasan el pimiento por la ventana. No pueden estar más juntos. Y claro, todo se sabe. Añadimos que el árbitro, el jiennense Alejo Moya, se le fue yendo la olla conforme iban pasando los minutos. No se puede empezar mejor y acabar tan rematadamente mal. Nos confundió a todos. Parecía otra cosa su arbitraje y al final fue una calamidad en toda regla.

Josué aprovechó un servicio de Japón para poner por delante al Cartaya en el minuto 1

El pleito arrancó con el conjunto onubense marcando a través de Josué, en el minuto inicial, al aprovechar el delantero un servicio de Japón, luego iremos con él, que el volante del Cartaya convirtió de tiro cruzado. Ahí ya se le vieron todas las costuras a la defensa astigitana, de papel de extremo a extremo. A pesar de las bajas y de lo penoso el campo, es increíble donde ha caído el Écija, el Cartaya se puso camaleónico para imponer la inteligencia al toque. Era imposible triangular y menos gustarse, así que practicidad por encima de todo, aunque estuviese contra natural en el equipo de Amate.

A los 18 minutos de partido, cuando el Cartaya vivía en la placidez porque los locales no hallaban la forma, una falta de Manuel al borde del área y al filo del descanso iba a cambiarlo todo. Pedro, el portero luso del Cartaya, hizo lo que nunca debe hacer un guardameta, dejar su palo pensado que el balón iba a ir por encima de la barrera. Nico, el mejor de ellos, lo vio y lo batió. Debate del portero con Kike en la disparidad de criterio pero el caso es que el empate era una realidad. No se afligió del todo el equipo de Amate, bueno, mejor dicho, Josué, que siguió su camino y marcó el segundo a los 34 de juego. Otra vez por delante y otra vez el Écija deprimido por su pena.

Pero todo iba a cambiar de nuevo. Fuera del tiempo de añadido de la primera parte, Adrián sufrió una falta como una casa, el árbitro dejó seguir, lío a reglón seguido y Japón, que reclamó otra falta dentro del área, al caer, soltó una coz hacia arriba que impactó en el pecho del defensor del equipo local. El árbitro, que no había considerado la falta sobre Adri sí caló a Japón y lo mandó a la ducha antes de tiempo. Ahí empezó el recital del trencilla.

A vuelta de vestuarios, el Écija empató a la salida de un córner. En una jugada de laboratorio, cogió al conjunto de Amate desperezándose y los astigitanos empataron, otra vez por medio de Nico, que pasaba por la línea de gol y la empujó. Fue como si el Cartaya siguiera lamiéndose las heridas, la expulsión de Japón, al que a ver cómo trata el comité. Con la experiencia que tiene no debe caer en esas cosas y en los dimes y diretes.

Marcos sentencia con el 2-3 cuando el equipo onubense estaba en inferioridad numérica

Comenzaba una nueva historia. Tocaba resistencia y creer. Este equipo, desde que lo entrena Amate, enseña muchas virtudes, pero una de las más destacadas es que no dobla nunca la rodilla por mucho que llueva. Y eso le dio el premio. Amate aguantó todo lo que pudo con los cambios y cuando los hizo acertó de pleno. Es como si alguien desde el más allá le dijese el momento y quiénes. No falla uno el tío. Entraron Marcos y Pereira y el primero iba a coger el testigo de Josué. El chico se la encontró, después de guerrear la pelota, levantó la mirada y le susurró al portero que no se tirase. No se puede marcar un gol con más sutileza en medio de la jungla que a esos momentos era el partido. Y digo esto por la tensión que había. Minuto 78 de partido.

Restan batallas por vivir y la primera la determinó el Écija, que por detrás otra vez en el marcador asomó fundido y eso quedó reflejado en la acción de Iván Martos, que cazó literalmente a Asuero y se fue a la calle. Diez contra diez y el equipo de Amate, tal cual los estados de ánimo se sintió vencedor a falta de 9 minutos para el final. Pero no contaba con el árbitro. Habían tenido tantos focos los jugadores que el tipo no quiso ser menos. Añadió cinco minutos y al final pisó el séptimo de añadido. No se puede entender. Porque en ese tiempo nadie perdió tiempo ni hubo cambios. Pues bien. Dentro del añadido del añadido, el conjunto hispalense tiró dos saques de esquina y en uno de ellos el balón se fue al travesaño. No quiero ni pensar en lo que hubiera ocurrido si el Écija empata como estaba la temperatura ambiente. Hay árbitros que son incendiarios, que buscan quemar montes sin pasto y luego para lo que pasa. Menos mal que no hicieron falta los bomberos.

Ganó el Cartaya y de nuevo líder. Fue la búsqueda de la meta con sudor y lágrimas. Veremos si lo de Japón no deja alguna gota de sangre. Tiene la palabra el Comité. Y es que no hay un día completo del todo. Tal cual la vida misma.

FICHA TECNICA

Écija: Arti, Mora, Raya, Roger, Palacios, Iván de la Cal (Crespo), Iván Martos, Ismael (Luis Castro) (Iván Pérez) Chanfreut (Jesulillo) Nico y Ubiles.

Cartaya: Pedro, Manuel Lagos, Kike, Franci Ruiz, Mario, Asuero, Adri (Marcos) Josué, Japón y Arias (Pereira)

Goles: 0-1 m. 1 Josué; 1-1 m. 18 Nico; 1-2 m34 Josué; 2-2 m. 46 Nico; 2-3 m. 78 Marcos.

Árbitro: Alejo Moya, de Jaén. Una calamidad. Amonestó en los locales a Raya e Ismael. Y por el Cartaya Pedro Manuel y Josué. Y expulsó con roja directa a Japón y a Iván Martos.

Incidencias. Partido disputado a puerta cerrada. El terreno de juego en pésimas condiciones.

RESULTADOS

CLASIFICACIÓN

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