Fútbol | Tercera RFEF

Espectacular segunda parte de un Cartaya que aplasta al Atlético Antoniano (1-3)

  • Doble de Wojcik, que ya suma diez goles. Debutó Ponce. Amate le cambia la cara a un equipo que era un muerto y ahora recita poemas. Miguel Fernández cerró la cuenta de la remontada en el 89

Los jugadores del Cartaya celebran uno de los goles anotados en el Municipal de Lebrija.

Los jugadores del Cartaya celebran uno de los goles anotados en el Municipal de Lebrija. / Manolo Camacho

Nada es casualidad, o casi nada, más bien el destino. El destino y el sentido común, la moral, las cosas bien hechas, sacar partido máximo de una platilla. Esto es como los colegios. Buen profesor; excelentes alumnos, salvo excepciones, que en todos sitios hay. Mal profesor; deficientes estudiantes. El fútbol es la vida misma. El caso es que el Cartaya, de estar muerto ha pasado a la gloria bendita. Luego podrá ganar, empatar o perder. Pero esto es distinto, muy distinto. Este equipo se planta, guerrea, mete la pierna, juega, mueve la pelota y, lo que es más importante, ya no se cae en cuento el rival sopla, sea con la potencia que sea. De caerse muerto al suelo con un gol en contra, ha pasado a levantarse como sólo saben hacerlo los equipos seguros de sus posibilidades, con contundencia, con esmero, con valor y atrevimiento. Así es el Cartaya ahora, cambiado por el nuevo entrenador con un ajuste de pestañas.

El partido en Lebrija era otra final y las dos que ha jugado el conjunto rojinegro bajo el manto de Amate las ha resuelto a lo grande. 4-1 al Rota y 1-3 al Antoniano. Casi nada. Y así, bajo el prisma de la importancia suprema del partido para ambos, los protagonistas saltaron al campo con el cuchillo entre los dientes. Si había que perder, se perdía, pero con heridas abiertas por la batalla. Hay situaciones que no se arreglan con una simple tirita o un ibuprofeno. Hay batallas que necesitan armaduras, pierna fuerte y camisa abierta de par en par. Haga la temperatura que haga. Así se presentó la contienda, con el Antoniano intentando amedrentar al Cartaya a base de presión y empujar, y el equipo de Amate entró gustoso en el reto. Pulso en toda regla, a tomar viento las florituras y el fútbol, al menos hasta que el temporal amainase.

Con todo bajo control, una mala defensa de los rojinegros sobre Pablo, que se regateó a sí mismo, acabó en un penalti indiscutible. Domingo transformó la pena máxima en el 34 de juego. Para ellos supuso la vida y para el Cartaya la espera. No se afligió el conjunto de Amate, que esperó a la segunda mitad para poner sus ideas en orden.

Dentro de esa primera mitad, Ponce, debutante sorpresa, chirrió porque a pesar de que el chico intentó encontrar su hábitat, nunca halló el sitio. Sin embargo, Amate, que cree ciegamente en él, le sostuvo en el campo aunque le cambió de ubicación. Lo retrasó, ajustó a José Díaz y esos arrebatos de entrenador le dieron un espectacular resultado.

Bordeando la hora de partido, ya con el Cartaya enseñando sonrisa profidén, concretamente en el 58 de juego, un saque de banda de Manuel los recepcionó Lolo, se perfiló a la izquierda y metió una asistencia medida a la cabeza de Wojcik. El remate del polaco durmió en la red y ahí fue la inflexión definitiva en el partido, para unos y otros. Porque el Cartaya comenzó a frotar sus alas y el Antoniano se deprimió, seguramente porque se olía la tormenta. Y ya no era de pierna fuerte, o no solo eso, ya era fútbol y despliegue, bandas sonoras y recitales de poemas.

Un lance del encuentro entre Antoniano y Cartaya. Un lance del encuentro entre Antoniano y Cartaya.

Un lance del encuentro entre Antoniano y Cartaya. / Manolo Camacho

Vinieron los cambios de Amate y mientras que las sustituciones en los locales fueron aminorando moral y opciones, en el Cartaya resultó todo lo contrario. Hay situaciones que se intuyen porque muestran el camino y el Cartaya comenzó a tejer una alfombra rodeada de aromas. Wojcik marcó en el 75 después de un remate de Tavira y sobre la campana, tras varias ocasiones claras, Miguel Fernández sentenció la cita con el 1-3 que pudo ser mayor en una segunda parte de ensueño.

Así acabó el partido, con el Antoniano doblado y la afición de Lebrija frotándose los ojos. No rompieron a aplaudir la belleza de partido y remontada del Cartaya porque hubiera resultado incluso ofensivo para sus propios colores. Pero no le faltaron ni ganas ni razones.

Dos partidos, dos triunfos, siete goles a favor por dos en contra, con Wocjik en la cifra mágica de los diez goles en lo que va a campeonato. Con Asuero en plan gigante y con Cerpa y Franci Ruiz fechando la parte defensiva. Estelar José Díaz y con todos enchufados. Podrá perder, empatar o ganar. Pero ¿alguien duda ahora que a este equipo le bastado una buena dirección para cambiar su vida por completo?

Ficha técnica

Antoniano: Nico, Macias, Ocu, Juanfran, Domingo ( Rivero ), Ismael ( Manu Romero ), Pablo ( Nacho ), Albi, Ángel, Romero ( Pepelu ), Bornes.

Cartaya: Parra, Manuel, Novoa, Francis, Asuero, Pepito Cárdenas ( Miguelito ), José Díaz, Wojcik ( Joao Lobo ), Lolo ( Tavira ), Cerpa, Ponce ( Miguel Fernández ).

Goles: 1-0 min.34 Domingo (P); 1-1 min.58 Wojcik; 1-2 min.75 Wojcik; 1-3 min.89 Miguel Fernández.

Arbitro: Vázquez Tobar del colegio malagueño. Mostró cartulina amarilla por los locales a Ocu y Bornes. Y por los visitantes a José Díaz.

Incidencias: Estadio Municipal de Lebrija. Unos 400 espectadores.

RESULTADOS Y CLASIFICACIÓN

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