Fue un palo en toda regla. Nadie puso en duda la capacidad futbolística del Sevilla C y advertíamos de cómo se las gastan los filiales, capaces, si tienen el día, de hacer un roto al que se ponga por delante. Pero la goleada no entraba en ningún guion. Sobre todo por el estado del conjunto de Nacho Molina, que comparecía con tres triunfos consecutivos y amenazando grandeza. El filial hispalense, ayudado por connotaciones intangibles, se dio el gustazo que profanar un templo pocas veces accesible.

Pasada la tormenta, La Palma quiere recomponer el camino en uno de los campos más emblemáticos de Tercera, Guadalquivir, donde le espera un rival en horas bajas, el Coria, colista y con cierto tufillo a quemado. No está desahuciado ni mucho menos. Queda liga y puntos y está a tres de salir a flote. Y ahí radica la importancia del partido para ellos, que se convierte en una final con todos los perejiles. Perder para el Coria teniendo en cuenta todas las circunstancias, sería como sellar medio billete para el infierno. Han perdido ya 13 partidos y tiene mandíbula de cristal; es el equipo más goleado del campeonato.

Si La Palma recupera el nivel en el balance defensivo que le ha distinguido en los dos últimos meses de competición, entonces se pondrá cerca de la victoria, ya que el aspecto goleador lo tiene fino.

Nacho Molina no podrá contar con su máximo goleador, Zaca, expulsado el otro día, por lo que tendrá que barajar otras opciones para el ataque, como por ejemplo Benítez, al que se le sigue esperando después de unos inicios prometedores.

Es el partido para recuperar sensaciones y acortar los plazos para sellar la permanencia, primer y único objetivo de La Palma para la presente temporada, porque después del varapalo del otro día, a nadie se le pasa por la cabeza, a este punto y hora, otros cometidos más grandilocuentes.

Guadalquivir huele a fútbol por todos lados y La Palma siempre se ha sentido cómoda en escenarios así. Allí, como casi siempre, propondrá un partido para ganar teniendo pelota e iniciativa. Eso en teoría. Porque en el otro formato también se ha manejado bien dependiendo de estado del escenario. Cualquier versión vale, siempre la elegida le conduzca directamente a la victoria.