Contador y su famoso solomillo

El ciclismo mundial, y en especial el español, termina el año con la respiración contenida por el 'caso solomillo', que pone al mejor ciclista del pelotón, Alberto Contador, en el punto de mira de la sospecha y como candidato a una sanción por un presunto positivo detectado en el Tour de Francia. De héroe a villano por una cantidad de clembuterol ínfima encontrada en la orina de Contador el pasado 21 de julio, y que el corredor atribuyó a la ingestión de un solomillo de ternera de procedencia española.

El ciclismo se reencuentra con su letal lacra en un año en el que parecía que el deporte del pedal estaba empezando a dar ligeros síntomas de recuperación.

Contador, en un Tour complicado en lo deportivo y en lo personal, debido a las polémicas como aquella de la famosa cadena de Andy Schleck, sumó su tercer triunfo en la grande boucle, y puso su nombre en el palmarés al lado de mitos como el belga Philippe Thys, el francés Louison Bobet y el estadounidense Greg Lemond.

Pero en el ciclismo actual una clasificación no es definitiva hasta pasados unos meses, o incluso años. Que se lo digan al descalificado Floyd Landis, por ejemplo, desposeído del Tour 2006 en beneficio del español Óscar Pereiro.

En el caso de Contador, cuyo expediente está siendo investigado en la Federación Española de Ciclismo a instancias de la Unión Ciclista Internacional (UCI), la sombra de la sanción y de la descalificación del Tour 2010 planean sobre la cabeza del ciclista español.

El pasado 24 de agosto la UCI comunicó al corredor el positivo por clembuterol, resultado que se repitió tras el contraanálisis solicitado.

Contador se refugió en la contaminación alimentaria, pero la UCI decidió el 8 de noviembre trasladar el expediente a la Federación española, y advirtió de que si la resolución no le convence, el caso será trasladado al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que tomaría la decisión final.

El TAS fue el que sentenció por dopaje a Alejandro Valverde, quien cumple una sanción de dos años.

Por si no fuera suficiente la irrupción del caso que afecta a Contador, con las tres grandes en su palmarés, tras una atractiva Vuelta a España se conocieron los presuntos dopajes de Ezequiel Mosquera y David García, que dieron positivo por hydroxyethyl. La euforia por una ronda española emocionante hasta el último metro se convirtió en silencio.

El norteamericano Lance Armstrong se convirtió desde el otro lado del Atlántico en objetivo de una investigación federal sobre el dopaje en el ciclismo, a comienzos de este año, después de que su compatriota Floyd Landis, ganador del Tour de Francia en 2006, denunciara la practica generalizada de dopaje en todos los equipos por los que pasó el siete veces ganador del Tour de Francia.

Pero hubo más leña para el fuego del dopaje. Los inicios del 'caso solomillo' coincidieron con la publicación del libro del actual director de equipo de Contador, el danés Bjarne Rijs, en el que reconoce que había que doparse para competir y mantenerse al máximo nivel.

En espera de conocer el desenlace del expediente de Contador, el año proclamó al italiano Vincenzo Nibali como revelación de las grandes carrera por etapas, con su victoria en la Vuelta y el tercer puesto en el Giro de Italia. Una nueva competencia para el propio Contador, si es que puede seguir compitiendo, y para el luxemburgués Andy Schleck, quien no desea ganar el Tour en los despachos.

No todo han sido penas en el año que acaba. El español Oscar Freire, el suizo Fabián Cancellara y el belga Philippe Gilbert han sido los protagonistas en las grandes clásicas de la temporada, al conseguir dos victorias cada uno en las once que componen el calendario.

Freire se anotó por tercera vez la Milán/San Remo y luego conquistó la francesa París-Tours, convirtiéndose en el primer español en ganar esa carrera.

Cancellara fue el mejor en el Tour de Flandes y en la mítica París-Roubaix, mientras que el belga Philippe Gilbert cruzó el primero la meta en la Amstel Gold y el Giro de Lombardía. Luis León Sánchez también puso su nombre en la Clásica de San Sebastián. En el Campeonato del Mundo de Australia, Freire no pudo pasar a la historia como el primero en enfundarse cuatro veces el maillot arco iris. El noruego Thor Hushovd alcanzó la gloria con su primer mundial.