Toca iniciar la reacción. El calendario no perdona. El Decano iniciará en Palamós una nueva Liga, una contrarreloj con el claro reto de dejar a cuatro conjuntos por detrás en la clasificación. Hay que ser prácticos. Al Recreativo le queda terreno de sobra por delante para recuperar el terreno perdido, pero no puede dejar pasar una semana más sin iniciar la remontada clasificatoria que le garantice la permanencia en la categoría, prioridad a día de hoy. El fútbol no tiene memoria. Hace hoy una vuelta que el Llagostera pasó por Huelva dejando la impronta de un conjunto escaso de recursos y deportivamente muy lejos del Recre. Ahora recibe al Decano por delante en la clasificación y como un rival directo.

Adaptarse a esta nueva realidad y ser prácticos se antoja determinante para lograr el objetivo indispensable de amarrar la salvación. Tiempo habrá después para las reflexiones y los análisis oportunos. Oltra tendrá una semana más que enfrentarse a su ya habitual plaga de problemas. Recupera a Dimas y a Menosse, sí, pero también pierde a Fernando Vega, Caye Quintana o Manu Molina. No hay una semana en la que no tenga que hacer frente a algún contratiempo. El técnico ya anunció ayer que Rubén saldrá de inicio. El resto de líneas sufrirán cambios. En la línea de cuatro habrá novedades. Sin Vega en la izquierda no tendrá más remedio que volver a colocar a Córcoles en el lateral. La vacante que se abrirá en el centro de la defensa la ocupará en principio Menosse, después de ver la semana pasada como pese a estar recuperado Juanan se quedó en el banquillo y en su lugar salió un lateral. Por delante continuarán Jesús Vázquez y Montoro, ya que Dimas vuelve a la lista, pero no está todavía en plenitud de condiciones para afrontar el encuentro desde su inicio. Mientras que el ataque será para Núñez y Antonio Domínguez por las bandas, con Pedro Ríos en el enganche y Rubén Mesa en la punta del ataque. La gran novedad no estará en el once, sino en el banquillo. Álvaro Antón vuelve. Parece poco probable que disponga de minutos. El club prefiere ser cauto con su incorporación, ya que los antecedentes así lo recomiendan. El burgalés puede ser fundamental en la segunda vuelta si se recupera bien y para ello es preferible no forzar.

La semana trajo buenas nuevas al club. El esperado acuerdo con Hacienda es casi un hecho a falta de la firma y la solución a los problemas extradeportivos que tiene la entidad parece cercana. Tiempo de dejar a un lado el lastre y las distracciones para pensar únicamente en lo deportivo y sumar los puntos necesarios. De nada servirá el trabajo administrativo si deportivamente no se logra el objetivo mínimo.

El rival, por su parte, llega al choque en una línea diametralmente opuesta, puesto que ha obtenido cuatro de los últimos seis puntos disputados en Palamós y esperar alargar su buen momento para salir de las posiciones de descenso.

La derrota de la pasada semana en Leganés (2-0), en el que la plantilla gerundense fue superada cómodamente por el rival, condenó provisionalmente al equipo de Lluís Carrillo a las plazas que conllevan la pérdida de categoría.

El equipo catalán pretende aprovecharse de la crisis institucional y deportiva del club onubense, aunque cuenta con el inconveniente de las bajas importantes que acumula en defensa.

De los cuatro centrales del Llagostera, sólo Ruyman tiene garantizada su disponibilidad, mientras que Jorge, operado del húmero, y Valho, al que se le acaba de practicar una artroscopia en la rodilla, son baja. Pedro Alcalá será duda hasta última hora. Tito es baja por sanción.