Ninguna racha es casualidad, ni en lo bueno ni en lo malo. El Cartaya, a los tres meses, sumó la primera victoria de 2019 en casa y lo hizo bajo el máximo sufrimiento y haciendo de paso un partido infumable. Nada que ver con el equipo que enamora fuera. Cuando juega en su feudo es una copia mala de lo que expresa lejos del municipal. Si el Cartaya se quiere quedar sólo con el resultado, respetable es. Pero este equipo tiene un problema serio cuando abre las puertas de su casa. Se vuelve previsible, lento, sin ideas y juega al paso. Y por ese camino, cualquiera que se ponga enfrente se hace enorme. En esta ocasión fue el Torreblanca, posiblemente de los equipos más flojos de la categoría, sin plan ni argumentos, todo al montón, puntapié y al que le dé que perdone.

Un gol de Mario a los 80 minutos de partido solventó la angustia. El tanto, que no servirá para la videoteca, valió para quitarse un enorme peso de encima. Porque si el Torreblanca llega a sacar punto de Cartaya hubiera hundido moral y otras cosas intangibles.

Hasta llegar ahí, el equipo de Limón volvió a calcar las malas actuaciones precedentes. De hecho, en la primera parte, nunca se supo quién era el local y quién el visitante, por aquello del reparto de la pelota. Los porteros, meros espectadores, balones a ninguna parte y sin ruptura de líneas. Todo encefalograma plano. Lo único que destacó de la primera  mitad fue una ocasión de Pitu, que remató fuera un mal rechace de la defensa local que el delantero agarró a mitad de camino.

La segunda parte comenzó de la misma manera y con el paso de los minutos, Limón, percatándose de que así no iría su equipo a ninguna parte, retiró a Dani Pérez, inédito, y dio entrada a Manuel, que reaparecía. El lateral fue sin duda el hombre del partido. Dio la asistencia de gol y evitó otro que hubiera supuesto el empate para los sevillanos.

Como pueden suponer, en el gol del Cartaya saltaron todos con todos porque fue como una conquista que ha supuesto muchos minutos de pasión, sudor, lágrimas y algunas gotas de sangre. El triunfo no sirvió para ganar ningún título ni ascenso. Pero ganar es ganar de paso la esperanza para seguir alumbrando el camino. Con la mirada puesta en El Viso, si el Cartaya es capaz de ganar allí, entonces tendremos que empezar a creer en los milagros.

FICHA TÉCNICA:

Cartaya: Bocanegra, Aitor (Canito), Quino, Franci Ruiz, Novoa, Mario, Fernando Vaz, Souto (Guille), Pitu (Adri Díaz), Lolo y Dani Pérez (Manuel).

Torreblanca: Mario, Vilches, Isra (Pinto), David, Luis, Buba; Mejías (Aranda), Contreras, Yimi (Javi), Ismael (Kisko) y Alex (Bellido).

Árbitro: Mármol Cabrera, de Córdoba. Bien. Amonestó por los locales a Franci Ruiz y Fernando Vaz y por los visitantes a Contreras.

Gol: 1-0 m.80 Mario

Incidencias: Unos 400 espectadores