Carolina Marín está de vuelta y prácticamente al mismo nivel de cuando 'se fue'. Parece como si el tiempo se hubiera detenido hace un año y nada hubiera cambiado. La onubense ha regresado de la mejor manera posible tras una grave lesión que la ha tenido once meses apartada de la competición y su retorno no ha podido ser más exitoso. Ha logrado su sexto Campeonato de Europa consecutivo tras imponerse en la final de Madrid a la escocesa Kirsty Gilmour por 21-10 y 21-12 tras 42 minutos. Sus lágrimas tras la victoria son el esfuerzo de 11 meses de trabajo para volver a ser la que era.

Casi tan importante como el título son las sensaciones, y la mejor jugadora del mundo ha dejado claro que mantiene ese nivel, esas ganas y esa competitividad que le permiten luchar por todo. En Madrid ha vuelto a mostrar una vez más que Europa se le queda pequeña y no tiene rival; ahora apunta al Circuito Mundial y, a largo plazo, a los Juegos Olímpicos de París.

El partido comenzó con mucha igualdad, sin que ninguna volantista lograra despegarse (4-4); cinco errores no forzados de Gilmour abren la primera brecha de consideración (9-4), llegándose al descanso con una Carolina al frente apoyada por el público madrileño (11-6).

La escocesa, que miércoles, jueves y viernes tuvo que disputar partidos a tres sets, no resiste la presión a la que le somete su rival y el marcador se dispara (15-6). Carolina domina por completo el set, está cómoda y apenas comete errores; le vale con un intercambio de golpes (17-10) para apuntarse el primer set por 21-10 en 18 minutos tras tres ataques excelentes.

El inicio del segundo set es importante para minar la resistencia de Gilmour; arranca muy parecido al anterior, con igualdad entre ambas (2-2), y como sucedió en el primero, los errores de Kirsty y la calidad de Carolina empiezan a marcar diferencias tras un parcial de 5-0 (7-2). La onubense mantiene el nivel físicamente, no baja su intensidad y su concentración, y además sus ataques son efectivos, alcanzando el intermedio con 11-5 y título y medio en el bolsillo.

Gilmour, con todo perdido, suelta el brazo y arriesga en sus ataques pero se encuentra con una Carolina que muestra el nivel de las grades ocasiones, con una defensa muy sólida (14-7). El camino hacia el éxito no tiene freno pese a una leve reacción de su oponente (15-10). Tras un par de puntos de respiro Carolina vuelve a pisar el acelerador (17-11). Ambas jugadoras saben que el título ya tiene dueño, Europa sigue teniendo a la misma reina, una onubense que cierra el partido con 21-12.

Ambas jugadoras, de 28 años de edad, se habían enfrentando en 9 ocasiones, con 7 triunfos de la española y dos de la escocesa, que ganó el último duelo entre ambas, el 31 de octubre de 2020 en Alemania. 

Carolina ha confirmado una vez más que no tiene rival en el Viejo Continente; en todos sus participaciones en el Campeonato de Europa sólo ha perdido un partido y fue hace más de 10 años; desde entonces, un título tras otro. El reinado continental de la onubense comenzó en 2014 en Kazán (Rusia); continuó en 2016 en La Roche Sur Yon (Francia), donde logró su segundo título tras derrotar precisamente a Gilmour por 21-12 y 21-18. Su tercera corona la obtuvo en Kolding (Dinamarca), donde volvió a superar a la escocesa por 21-14 y 21-12; la cuarta fue especial, porque llegó en su casa y en 'su' Palacio de Deportes en Huelva en 2018. Desde entonces sólo se disputó un Europeo más, en 2021 en Kiev (Ucrania), con nuevo título para Carolina.

Su próxima cita, en principio, será el Campeonato del Mundo por equipos masculino y femenino (Thomas and Uber Cup) que se disputarán en Bangkok (Tailandia) a partir del 8 de mayo, y donde Carolina liderará a la selección femenina española.