Busquets, la humildad de un campeón

Sergio Busquets es un jugador muy apreciado en la selección española por lo que aporta al equipo, con una labor gris que consiste en cortar el juego del contrario, y sobre todo por su actitud, lejana al egoísmo, anteponiendo el interés del equipo al suyo propio.

España sólo pudo empatar ante Italia y Busquets lanzó ayer que si Vicente del Bosque decide dejarle en el banquillo y jugar con un solo pivote en el centro del campo buscando más ataque, lo aceptaría sin rechistar. "Lo del doble pivote es una decisión del entrenador, que siempre va a buscar lo que es mejor para el equipo. Si quedamos al final campeones, aceptaría salir del equipo titular. Lo mejor es el bien del equipo", indicó.

Y es que Sergio Busquets, hijo de Carlos Busquets, portero suplente de Zubizarreta en los años ochenta y noventa, recibe elogios de sus compañeros y del propio Vicente del Bosque. "El míster está enamorado de Busquets", afirmó en una ocasión Fernando Hierro, director deportivo de la selección hasta el año pasado. "Es un centrocampista que lo hace todo", dijo una vez Del Bosque. Y es que el técnico ha reiterado sus palabras de elogio hacia el barcelonista. "Si hoy fuera jugador querría ser como Busquets", dijo Del Bosque, pese a que el salmantino era más bien un centrocampista organizador, más cercano a Xavi o Iniesta.

Busquets es un jugador que adora el fútbol. Si por él fuera, estaría en los Juegos Olímpicos de Londres después de la Eurocopa y renunciaría gustoso a las vacaciones. "Sí, ya lo sé. Es un poco pesado con ese tema", dijo una vez bromeando Del Bosque. "Será Luis Milla el que decidirá", añadió, .

El jugador catalán compartió selecciones inferiores con los que irán a Londres, aunque el propio Busquets ha desechado la opción de ir a los Juegos para centrarse en la pretemporada de su equipo.

El Barcelona tampoco veía con muy buenos ojos que un jugador que se desgasta tanto hiciera doblete Eurocopa y Juegos. Además, le espera la Copa de las Confederaciones en Brasil el año que viene y después el Mundial.

Cuando el Barcelona o la selección juegan bien parece que no está, pero permite un gran equilibrio al equipo. Guardiola siente en el conjunto azulgrana la misma debilidad que tiene Del Bosque por Busi. "Me parece un jugador generoso, inteligente y tácticamente fuerte", dijo una vez el entrenador del Arsenal, Arsene Wenger.

Pese a todos sus títulos, se acerca siempre que puede a visitar a sus amigos a los bares de Badía de Vallés, un pueblo de Barcelona, donde el campo de fútbol municipal lleva su nombre. Es tal su implicación con su pueblo, que tras un robo en el club del municipio, donó las botas de la final del Mundial para que las subastaran y pudieran recuperarse de las pérdidas.

En la Eurocopa quiere hacerse con el único título que le falta, ya que no estaba en la selección todavía cuando España se impuso en 2008 en Austria y Suiza.