El Bernabéu se blinda
Más de 2.500 agentes estarán en el clásico más vigilado de la historia
Más de 2.500 agentes, perros rastreadores, registros de la red de alcantarillas y tres anillos de seguridad: el clásico entre Real Madrid y Barcelona se disputará mañana en estado de máxima alerta y en un Santiago Bernabéu blindado tras los atentados terroristas de París. "Se examinarán hasta los bocadillos", dijo recientemente Concepción Dancausa, delegada del Gobierno en la comunidad de Madrid.
El clásico es el evento deportivo anual más importante en España. Los atentados de París del viernes y la posterior suspensión de dos partidos amistosos internacionales por amenazas elevaron el nivel de alerta y, por ende, en el clásico. "Habrá un dispositivo intensivo para garantizar la absoluta normalidad en el desarrollo del encuentro", señaló el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez Vázquez, tras una reunión con el Ministerio del Interior para diseñar el dispositivo.
Garantizar la seguridad es un reto, ya que se esperan más de 80.000 personas en el Santiago Bernabéu. Los partidos Real Madrid-Barcelona siempre son considerados de alto riesgo, una categoría que obliga a movilizar a 500 agentes de la policía. Pero mañana habrá al menos 1.000, más otros 1.400 vigilantes de seguridad privada que apoyarán a las fuerzas gubernamentales.
Perros policía rastrearon en los últimos días la zona en busca de explosivos. Además, las autoridades registraron pisos de alquiler en las inmediaciones del estadio.
Las puertas del recinto se abrirán tres horas antes del partido, que arrancará a las 18:15. Y las autoridades recomiendan a los asistentes que no lleguen a última hora, ya que habrá tres controles diferentes antes de poder acceder al estadio. Además, se pondrán detectores de metal.
"Los consejos que damos es que el acceso al estadio lo hagan con normalidad y traten de llegar con antelación. Uno de los elementos son los controles de acceso y queremos que no apuren para que no haya retrasos", pidió el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal.
Tras los ataques perpetrados por el Estado Islámico en París, el Bélgica-España y el Alemania-Holanda fueron suspendidos porque las autoridades no podían garantizar la seguridad. Ello abrió el debate sobre si se debía disputar o no el clásico. "No nos planteamos para nada la suspensión de ese partido", zanjó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
El Santiago Bernabéu ya fue escenario de momentos de máxima tensión en lo que a seguridad se refiere. El 1 de mayo de 2002, ETA colocó un coche bomba a escasos metros del estadio horas antes de un Real Madrid-Barcelona de las semifinales de la Liga de Campeones. Hubo varios heridos.
Dos años después, el 12 de diciembre de 2004, las 75.000 personas que estaban viendo el Real Madrid-Real Sociedad fueron desalojadas por un aviso de bomba de ETA. El encuentro se suspendió en el minuto 87 y el estadio quedó vacío en apenas diez minutos.
Ahora la capital se blinda para el clásico con más seguridad de la historia. "No podemos garantizar una seguridad absoluta porque la amenaza es muy real, pero no podemos dejar que los terroristas se salgan con la suya", señaló ayer el director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó.
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