Bendita pegada albiazul (2-3)

Si defendiera como ataca sería un conjunto de época. Los números arriba del Recre asustan tanto como los que presenta atrás. Tiene una pegada increíble, superior a la de cualquiera en la categoría. Gracias a ella ayer se reencontró con la victoria y el liderato.

Si el forcejeo de Zamora fue penalti, los encuentros deberían terminar con marcadores más aproximados a los del balonmano que a los habituales. Una disputa más en el área por ganar la posición entre defensa y delantero. Puestos a ser escrupulosos incluso hubo falta de Sergi Enrich en el inicio de la jugada. El colegiado optó por la opción más radical. Muy alto colocó el listón Arias López. Señaló la pena máxima y Julio Álvarez se encargó de adelantar al Numancia. Apenas cinco minutos.

El frío, el terreno de juego, las dimensiones del campo... Y un gol en contra a las primeras de cambio. Fue el inicio de un choque cuesta arriba prácticamente desde su inicio. Nada cambió. El Decano mantuvo su apuesta del comienzo. Al Numancia no se le pudo presentar mejor el encuentro. Sergi optó por salir sin un nueve fijo aunque con dos delanteros sobre el campo. Sus movimientos abrían espacios para las incorporaciones de Montoro o Jorge Larena desde la segunda línea.

Un cuarto de hora necesitó el Decano para reiniciar el choque. El meta Raúl no anduvo fino. Su lanzamiento cayó a los pies de Montoro. El valenciano tiene detalles de superior categoría. Sabe lo que hacer en cada momento y se suma cada vez con más acierto al ataque. No necesitó parar el cuero para colocarlo por encima del meta soriano (17') y empatar el duelo.

El Recre sigue siendo un equipo roto en su rendimiento. Perdió el equilibrio hace algunas semanas y vive purgando cada jornada su debilidad atrás. Tiene una pegada enorme que le da opciones, pero en defensa tiene un problema serio. Es un conjunto blando, que no cierra y concede de demasiadas opciones. Natalio se aprovechó de ello a la media hora del choque. Fusiló a Cabrero.

La defensa albiazul somete a su ataque a una exigencia excesiva. Le pide que tape sus carencias. Un equipo que necesita marcar tres goles para tener opciones de perder es un conjunto condenado a pasarlo mal. El Numancia no tuvo que apretar en exceso para verse de nuevo por delante. Su efectividad fue máxima. Hasta el descanso le bastó con esperar los errores del Recre y defenderse con orden para mantener su ventaja.

Salió diferente. El Decano apretó tras el descanso. Sergi recolocó sus piezas. Puso a Linares en el puesto del nueve y el equipo se encontró más a gusto en el campo. Poco tardó en demostrarlo. Una doble carambola de Morcillo acabó en el portero local tras dar en el palo. Era una señal. Segundos después Linares se marcó una jugada individual que no pudo finalizar con éxito. Joselu recibió el rechace y la cruzó para igualar la contienda.

El Decano de la segunda mitad fue un equipo mucho más sólido y con mayor presencia. Siguió concediendo en exceso atrás, pero el Numancia carece de la pegada albiazul y Sergi Enrich estuvo en su línea en opciones claras como la que desperdició en el minuto 55. Entre bronca y bronca, el mallorquín debió darle vueltas al remate fallado porque ahí se le fue el choque a los sorianos.

El Recre dio un paso al frente. Tiró de pegada. No le quedó otra. Al Numancia se le hizo largo el partido. Los albiazules se sintieron más cómodos y pisaron mucho más el campo rival.

Pero no fue un atacante, sino un defensa quien se encargó de purgar los pecados de toda la línea de atrás. Morcillo golpeó ajustado al palo una faltaba botada en corto en el 69. El meta local contribuyó lo suyo.

Apenas hubo partido. El Numancia lo buscó sin argumentos ni fuerzas. El Recre se defendió mejor. Una ocasión tuvieron los sorianos, pero apareció Cabrero providencial para despejar. La pegada salió de nuevo al rescate de un equipo que una vez más necesitó hacer un sobreesfuerzo goleador para sumar la victoria y recuperar la primera plaza perdida en noviembre.