El Ayamonte salva un punto envuelto por la épica

Los rojillos, en el minuto 57, perdían 1-3 y jugaban con 10 por la expulsión de Guarte

Los 200 espectadores que acudieron al Blas Infante disfrutaron de un duelo espectacular.
Los 200 espectadores que acudieron al Blas Infante disfrutaron de un duelo espectacular.

El Ayamonte se apuntó ayer a la épica para conseguir puntuar en un partido que perdía 1-3 en el minuto 75 ante un Sevilla C que llegó a la Puerta de España a aguar la fiesta de la Inmaculada a los rojillos. Partían como favoritos los locales, aunque en el filial sevillista ya sabía lo que era ganar en el Blas Infante, un triunfo que, en esta ocasión, se les ha escapado por la casta de los de Cándido Rosado, espoleados por su afición, sobre todo, en el último tramo del choque. Incluso, pudieron vencer si a Gregorio Molina le hubiera sonreído la fortuna.

La primera ocasión cayó del lado sevillista, en el 8', cuando Samu remata a las manos de Manolo un centro. En el 9' de nuevo tiene que intervenir el meta local, que ataja un tiro muy peligroso de Espinar Y en el 10', es Ñoño el que pone a prueba al cancerbero rojillo. Era el aviso de lo que ocurriría en el 17', cuando, después de que Guarte no llegara a enganchar un pase de Luis Ligero y tras un fallo de la zaga fronteriza, Espinar fusila a Manolo y establece el 0-1.

Pudo llegar el empate en el 20', pero Nacho Canterla ve cómo su remate, tras un córner sacado por Guarte, acaricia el larguero por la parte superior. Fue sólo un espejismo, pues eran los visitantes los que se acercaban más al segundo gol. De hecho, en el 22', un centro es despejado por Guarte con tan mala suerte que lo hace hacia su meta. Manolo, en dos ocasiones, evita el tanto. El dominio del Sevilla dio frutos en el 30'. Manolo, ante su defensa y algunos jugadores visitantes, despeja con los pies y, sin querer, sirve a Ñoño, quien, de tiro raso, consigue el 0-2.

El equipo de Rosado, a pesar de todo, no se rinde. En el 37', Pepe Puntas remata con una media chilena que se va alto. Y en el 41', Pablo Bernal acortaba distancias al transformar un penalti (que tuvo que repetir) cometido sobre Rubén Rasco, empujado por un rival cuando se disponía a chutar. Era el 1-2. Había esperanza para el Ayamonte.

Luego, cuando ambos conjuntos iban a tomar el túnel de vestuarios se formó una trifulca entre el preparador físico hispalense y el rocianero Guarte, que responde a un supuesto codazo y el árbitro expulsa al rojillo.

Con un hombre menos, el Ayamonte salió decidido a buscar el empate. Lo tuvo el lepero Rubén Rasco en el 48', pero el meta Julián logra despejar a córner. Los rojillos, pese a la expulsión se hacían con la manija del encuentro. Pero no era la tarde del colegiado, que señalaba una pena máxima a favor de los blancos en el 57' por un supuesto empujón de Chuchú. Jozabed lo materializaba y ponía el 1-3 en el casillero.

La situación se ponía muy cuesta arriba, aunque los rojillos no renunciarían a nada. Así, en el 69' llegaba el primer aviso. Manolo Barba manda un balón a Chuchú, cuyo cabezazo acaricia la madera. Y en el 75', Rubén Rasco, tras un clamoroso fallo de la defensa visitante, se adelanta el balón y, ante la salida del portero, anotaba el 2-3. Un gol que cayó como un jarro de agua fría sobre la escuadra del Sevilla C, que veían impotentes como el Ayamonte, en inferioridad numérica, era capaz de hacer temblar su línea defensiva.

La igualada dejaba de ser una quimera. Se palpaba. Y llegaría. En el minuto 83, una buena jugada, al filo del área, de Gregorio Molina propicia una dejada a Pablo Bernal, quien, con todas las ganas de l mundo, se saca un tiro raso y bate al arquero hispalense.

La gesta ya estaba conseguida, pero los hombres de Cándido Rosado ya no renunciaban a nada. Quedaban muchos minutos por delante y el Sevilla C también estaba con diez por la expulsión de Hugo, en el 78'. Los blancos, como un flan, nerviosos, se temían lo peor. Pero ya el marcador no se movería, aunque no por falta de empeño de los de Cándido Rosado, que dispusieron de varias oportunidades más para subir al casillero el 4-3. Al final tablas en un partido vibrante en el que los locales, al menos, salvaron un punto.

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