Arshavin decidió el partido

Rusia ganó en la prórroga a Holanda bajo la magistral batuta del delantero del Zenit

Arshavin dio un curso de buen fútbol en el partido de ayer ante Holanda, y fue clave en el triunfo de Rusia.
Arshavin dio un curso de buen fútbol en el partido de ayer ante Holanda, y fue clave en el triunfo de Rusia.
Francisco Ávila (Efe)/ Basilea

22 de junio 2008 - 05:02

Un tanto de Dimitry Torbinski, en el minuto 112, y otro de Andrei Arshavin, en el 115, permitieron a Rusia poner fuera de combate a Holanda (1-3). El equipo que había maravillado en la primera fase tuvo la suerte de forzar la prórroga, pero cayó ante el equipo del 'zar' Guus Hiddink, que firmó un esplendoroso partido.

Los rusos dominaron el encuentro, se adelantaron en el marcador, pero le dieron vida a Holanda que empató el partido en el minuto. En la prórroga, Torbinski y Arshavin dieron el 'sorpasso' de la competición y mandaron al todopoderosa equipo 'oranje' a casa, en el último partido de Marco van Basten y de Edwin van der Sar con el equipo holandés.

Son clónicos los equipos de Hiddink. Físicos y disciplinados. No importa tanto la latitud ni las características de sus futbolistas. Da lo mismo si son coreanos, australianos, holandeses o rusos. Recuperado Andrei Arshavin, una vez cumplida la sanción de dos partidos que le impidió jugar ante España y Grecia; sustentados en la calidad de Pavlyuchenko, con un gran juego como boya; y apoyados en los remates desde lejos de Denis Kolodin, Holanda, el gran equipo de Van Basten, transitaba por el partido atónita.

Holanda se empezó a encontrar con las jugadas a balón parado, los lanzamientos laterales o frontales de Van der Vaart, sólo así los 'oranje' llegaron en un primer tiempo de color ruso.

En la búsqueda de más desborde en la banda, Van Basten eligió a Robin van Persie en la continuaciónm, pero Rusia no se inmutó y siguió a lo suyo. Arshavin lanzó junto el palo holandés en el minuto 56 y en una incorporación por la izquierda, Semak, del Rubin Kazan, sirvió a Pavluychenko y el ariete no falló. Era el 0-1. Rusia pudo sentenciar pero no lo hizo.

Agarrados a una falta, a una genialidad, Holanda respondió de la única manera que había creado confusión ante la defensa rusa, en una jugada a balón parado. Sneijder conoce bien a Van Nistelrooy y el nueve, en el minuto 86, heló la sangre del equipo de Hiddink con el empate, tras rematar espléndidamente de cabeza.

En la prórroga, el partido fue una ruleta rusa, con más balas en la recámara de la pistola de Holanda, pero los de Hiddink no acababan de rematar al rival. Arshavin, Pavluychenko, con un remate al travesaño, Torbinski, Kolodin... hasta que en una genialidad de Arshavin hizo posible el 1-2 obra de Torbinski.

En plena depresión holandesa y mientras los rusos hacían gala de una extraordinaria condición física, Arshavin (m.116) remató a los 'oranje' con el 1-3. Punto final para Holanda.

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