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Agresión de un aficionado rojinegro a un linier en el derbi entre el Cartaya y La Palma

Un momento del encuentro entre el Cartaya y La Palma.

Un momento del encuentro entre el Cartaya y La Palma. / Paco Carrasco

Empezaremos por el final, que fue lo sustancial del partido y el momento polémico, porque si el árbitro ha recogido cada detalle en el acta, entonces al Cartaya se le puede complicar enormemente la vida, o, en su defecto, la caída del pelo. Un aficionado, ya con el tiempo cumplido, agredió a un asistente y ahí acabó la historia. Ni el árbitro pitó el final ni abrió la boca. Todos al vestuario y nadie salió después. Se deduce que es el Comité de Competición el decida qué pasa con los 3 o cuatro minutos que restaban, que era precisamente el tiempo de descuento.

Todo lo desató una acción que le costó a Juan Lagos tener que salir del campo, con una brecha. Ese momento de ausencia del central cartayero, lo aprovechó La Palma para empatar el partido, en el 96 de juego. La ausencia del central, enervó al espectador que, saltó al campo y dio una colleja al asistente. Una agresión en toda regla. Veremos.

El caso es que el derbi se accidentó sobremanera en el desenlace, porque al margen de la polémica referida, Andrés Pavón, autor del gol del empate, se desplomó nada más conectar el cabezazo. El futbolista estuvo varios minutos tumbado en el suelo, incluso el trío arbitral se retiró a vestuarios obviando la acción.

Eso fue el desenlace, pero antes de todo eso, el Cartaya se adelantó bordeando la hora de juego por medio de Pola y el tanto, en un partido regido por la igualdad y por la falta de contenido futbolístico, se fue inclinando hacia la seguridad defensiva de los locales, que domaban todas las acciones que intentaba el conjunto de Molina.

Así una y otra vez, entre otras razones porque La Palma nunca encontró su patrón de juego o porque el Cartaya se lo impedía. El caso es que el asunto desembocó en lo expuesto al principio, lo que deja mal sabor de boca en ambos. Primero porque el Cartaya se veía vencedor del pleito y no ganó y además tiene que sumar, desgraciadamente los hechos acaecidos. Y por parte de La Palma, más de lo mismo. No le alivia el empate y menos por las formas. No jugó bien y para colmo, lo de Andrés, que esperemos se quede en un susto.

Así pues, malos tiempos para los dos por diferentes causas. Un partido que puede marcar el futuro. Sobre todo el del Cartaya, que está pendiente de lo que decida el Comité de Competición. Por cierto, al individuo que agredió al linier lo identificaron. Eso puede ser un atenuante para el club, que tendrá que presentar alegaciones bastante cargadas de contenido.

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