¿Y qué tendrá que ver el amor? | Crítica

Comedia de buen rollo multiculturalista

Shazad Latif y Lily James.

Shazad Latif y Lily James. / D. S.

Hacia abajo, imparablemente. O quizás no. A veces parece que un director baja en calidad e interés cuando en realidad no se ha movido de donde estaba porque es la crítica la que lo había ascendido a alturas que no le correspondían. Tras trabajar con cierto éxito en su país, el director indio Shekhar Kapur logró llamar la atención fuera de él con La reina de los bandidos, que le abrió las puertas de la producción británica. Con tanto entusiasmo las traspasó que rodó una interesante y premiada biografía de Isabel I (Elizabeth, 1998) de lujoso reparto -Cate Blanchett, Geoffrey Rush, Joseph Fiennes, Richard Attenborough, Fanny Ardant, Vincent Cassel-. Tras ella, siempre poseído por el vértigo británico, le metió mano a un clásico de la literatura de aventuras coloniales (Las cuatro plumas, 2002) con decepcionante resultado. Y ya no levantó cabeza. Exprimió su mayor éxito con una secuela (Elizabeth: la edad de oro, 2007) y tras dedicarse a películas de episodios codirigidas y series televisivas regresa al largometraje 16 años después con esta ligera comedia romántica que nada aporta a su filmografía y menos al género.

La amistad y vecindad entre una inglesa de errática vida sentimental y un inglés de origen pakistaní lleva a la primera a grabar un documental sobre la boda concertada con una desconocida chica pakistaní del segundo. Lo que sirve para profundizar en los caracteres de ambos, enfrentar sus diferentes tradiciones culturales (incluido si es mejor buscar pareja con desconocidos a través de las redes o de matrimonios concertados) y finalmente enfrentarlos a la familia y la novia pakistaní. No es un estudio sobre la diversidad cultural entre iguales -los dos amigos ingleses- ni entre Occidente y Oriente -los dos amigos ingleses y la familia pakistaní-, como tampoco lo es sobre las ventajas y desventajas de las dos diferentes formas de encontrar pareja. Es una comedia blandita que utiliza estas diferencias culturales y/o raciales (que invita a contemplar con benevolencia multicultural en el caso del matrimonio concertado) para hacer amables gracietas como han hecho tantas otras americanas (Mi gran boda griega), taiwanesas (El banquete de bodas), francesas (Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?) o españolas (Ocho apellidos vascos). Nada más.

Lily James hace su papel buen rollista favorito, Shazad Latif aprovecha uno de sus pocos papeles protagonistas y Emma Thompson -¡ay, la gran, la grandísima Emma Thompson que hace dos décadas que no encuentra un papel a su altura!- podía haberse ahorrado aparecer en esta película y, en caso de hacerlo, haber optado por una mayor contención.     

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