Tipo japoneses convertidos al andalucismo. Presentación graciosa; el japonés de la caja parece que cobra por el redoble. Pasodoble entretenido, pero musicalmente, nada de otro mundo. Los dos mejores cuplés que se han cantado hasta ahora en este concurso lo han hecho ellos.
El popurrí es una auténtica maravilla, con cuartetas escritas con todo el arte del mundo. Juventud, frescura, diversión, risas, mucho cachondeo y cante para colmar el vaso.
La gran sorpresa de cada año. Esto no lo esperaba nadie y han pegado el pelotazo. Eso sí, al muchacho de la caja, para el próximo día, le dais un Diazepan.
¡Olé por ustedes! Habéis conseguido que todo el teatro os cantará eso de: “¡Chirigota, chirigota...”.
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