El Teatro Municipal Horacio Noguera acogió el pasado sábado el XVII Pregón del Carnaval de Isla Cristina, organizado por la Peña Cultural Carnavalera Los Espaciales. Este año recogía el testigo de la Agrupación de la Peña Las Monjas un carnavalero isleño que, tras un parón en el Carnaval de teatro, volvía a las tablas para pregonar las fiestas isleñas más conocidas y reconocidas, el Carnaval, declarado Fiesta de Interés Turístico Andaluz en el año 2010. Este año se cumple el 50 aniversario del Concurso de Agrupaciones Contemporáneo.

Por todo esto fueron muchos los isleños, entre amigos, familiares y representantes de los distintos ámbitos carnavaleros, quienes desde bien temprano hacían cola a la entrada del teatro para disfrutar de lo que en breve iba a ocurrir en el escenario.

En representación del Ayuntamiento isleño se encontraba la alcaldesa, Antonia Grao; el primer teniente de alcalde y concejal de Festejos, Francisco González; así como el resto de ediles del equipo de gobierno y varios miembros de la Corporación municipal, además de los miembros de la junta directiva de Los Espaciales, presidida por Mateo Rodríguez.

Tras la presentación del pregonero, que realizaron El Tumbi y El Morilla, dos de los integrantes de la Agrupación de la Peña Las Monjas, pregoneros del pasado año, el escenario se transformaba en un cuento de hadas, en un lugar de sueños y ensueños y era tomado por el pregonero del Carnaval 2017, Manuel González Gutiérrez El Tubito.

Antes, Miguel Gómez anunciaba al público dos de los premios que otorga cada Carnaval la Peña Los Espaciales: el Pepe Pérez al mejor peñista, que este año ha recaído en el carnavalero de calle José Antonio Martín Silva y el Alonso Rodríguez Hachero en su categoría de Espacial de Oro, que este año se colocará en la solapa de otro gran carnavalero isleño, José Abreu Pérez.

Después comenzó el espectáculo en el que, tomando como referencia el cuento de Peter Pan, la efemérides del 50º Aniversario del Concurso de Agrupaciones en su etapa contemporánea se convertía en hilo conductor. Fue un pregón entrañable que reunió a carnavaleros de antaño, a Camborios y Yeyés, a la vieja y a la nueva savia del Carnaval, para traer a los presentes coplillas del recuerdo que los isleños nunca han olvidado. Fue un pregón romántico, que arrancó muchos aplausos y muchas lágrimas y en el que este pregonero de cuerpo y alma rindió homenaje a la fiesta isleña por excelencia, con su voz y su ingenio, y bajo una mezcla de músicas y sonidos que no dejaba a nadie indiferente. Finalizado acto, los asistentes se dirigieron a la Gran Vía, donde como cada año se celebró el tradicional Pitisco de Carnaval al que también asistió un masivo público.