Preliminares | Segundo día

Arrancando motores

Segundo día de concurso. Cuando llego hasta la bombonera, andando, pues hace ya unos años que he decidido no traerme el coche, la noto fría. El aforo, aunque se encuentra vacío, me da a mí que va a tener poca gente. Y es raro, pues a priori, los sábados son días propicios para echar un buen rato de cante, escucharlo y verlo. Medio aforo.

Las sesiones de concurso se harán este año más largas al haberse acortado el número de días pero la salud de nuestro carnaval mejorará.

Al entrar por la puerta me entero de que una agrupación de Lepe no subirá a las tablas. Han tenido problemas con la instrumentación y no harán acto de presencia. Y me hago una pregunta: ¿os imagináis un sábado de concurso con sólo cuatro grupos? Menos mal que se quedarán en cinco. Para mí, muchísimo mejor, que a las seis de la mañana salgo camino de tierras extremeñas. Y habría llegado a casa muuuuy tempranito.

Los primeros compases los traen un coro de la Tacita de Plata. Me habría enterado de todo lo que contaban si fuera gadita, pero como no lo soy, me he quedado, como la mayoría de los presentes, con la boca abierta por no enterarnos de nada. Tenía que ser muy bonito el cortijo Los Rosales, pero esto es igual que si voy con una agrupación a cantar al Falla y les hablo de lo bonito que eran las noches de verano en el cine Isla Chica. Lo normal allí es que te hubieran cerrado el telón, pero aquí somos de otra manera y, encima, les aplaudimos. Señores, si vais a intervenir en otros concursos y optar al premio de 6.000 euros, que es lo que se gana aquí, tenéis que currárselo un poquito. Aquí la gente es muy agradecida pero no gilipo

Después parecía que la noche iba a ir a peor pero unos chavales sin clase me hicieron divertirme. A mí y al personal. No es que fueran Pavarotti pero tocaron temas y pusieron la guinda cómica encima del escenario.

Gran comparsa

Con lo que sí me quedo es con la comparsa que subió en tercer lugar. Apostasía libre, gran comparsa; la música es preciosa y en sus pasodobles denotan su gran arraigo por ésta, su fiesta. La dirección está a cargo del niño Álex Almansa; para mí será ese niño que nos daba el coñazo y cantaba con nosotros con los Arapajoes, los Lais y Pijotas, y al que Javi Guisado le ha dado más de un koski. Es hoy en día uno de los directores más reconocidos de nuestra fiesta. Cantando por derecho y con una afinación exquisita.

El montaje de la comparsa es de los güenos, de esos que cuando estás viéndolos notas perfectamente la segunda, tenores altos y contraltos e intentas localizarlos pero están muy bien diseminados por todo el grupo. Gran comparsa.

Hasta mañana.

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