Atalaya dibuja un horizonte de actividad más allá de 2032 en el Día de Santa Bárbara

La celebración de la patrona de la minería llega este año marcada por un momento clave para la mina de Riotinto. Con la culminación del traslado de la sede social de Atalaya Mining a Andalucía y su reciente entrada en el índice londinense FTSE250, la compañía consolida su compromiso con el territorio y su posición como referente del sector.

“Santa Bárbara representa tradición, arraigo y unión. Es un día para recordar de dónde venimos y reafirmar juntos nuestro compromiso con el presente y el futuro de esta comarca y de toda la provincia”, destaca Fernando Araúz, director general de la histórica mina.

La jornada de este 4 de diciembre se celebra con distintas actividades que fortalecen la vinculación de la compañía con el patrimonio histórico y cultural de la Cuenca Minera. Entre ellas destacan la misa en honor a la patrona de la minería, actividades deportivas y culturales, la visita de Riotinto Experience y la comida que reúne a gran parte del equipo que compone Atalaya Mining.

Actividad para alcanzar 2040

Atalaya trabaja ya en la ampliación de su proyecto para extender la vida útil de la mina al menos hasta 2040. Para ello, la compañía prevé activar nuevos yacimientos —San Dionisio, San Antonio y Masa Valverde—, construir nuevas infraestructuras y optimizar la actual planta de tratamiento de 15 Mt anuales.

La inversión estimada asciende a 390 millones de euros, con un impacto directo en empleo, innovación y desarrollo socioeconómico de toda la Cuenca Minera.

Araúz de Robles incide en que se trata de “proyectos sólidos, técnicamente solventes y alineados con la demanda europea de materias primas críticas”, y que su puesta en marcha permitirá a la provincia de Huelva “mantener una industria tractora que genera empleo estable, inversión y oportunidades para el territorio”.

Compromiso ambiental

Atalaya mantiene un plan de restauración actualizado cada cinco años, con 75 millones de euros en avales que garantizan su ejecución. Este plan implica la rehabilitación progresiva de zonas afectadas por la minería histórica, entre ellas antiguas escombreras que afectan a la calidad del río Odiel.

En este sentido, el compromiso de Atalaya ha permitido adelantar el cumplimiento de los objetivos de descontaminación establecidos en la Autorización Ambiental Unificada (AAU) del proyecto, reduciendo significativamente la descarga de metales y aguas ácidas a la cuenca del Odiel. Además, la compañía tiene planes para acelerar aún más este proceso, dentro de su estrategia de ampliación de las operaciones, reforzando su apuesta por la sostenibilidad y la protección del entorno natural de la comarca.

Impacto social y económico en el territorio

Con un 85 % de plantilla procedente de la provincia y un 70 % de la comarca, Atalaya es uno de los principales motores económicos de la zona. Su actividad genera en torno a 2.300 empleos totales en Huelva y representa el 2,9 % del valor añadido bruto provincial.

A través de la Fundación Atalaya, la empresa destina más de 750.000 euros anuales a iniciativas sociales, educativas y culturales, además de mantener acuerdos estables con los ayuntamientos para mejorar servicios, apoyar actividades locales y promover la formación de jóvenes en el sector industrial.