El PSOE acusa a Juan Bravo de cobrar sobresueldos y el PP recuerda que es una norma aprobada por ellos
La portavoz adjunta, Ángeles Férriz, adelanta iniciativas parlamentarias para una situación que enmarca en la trama Montoro
Señalan que Juan Bravo "cambió al funcionario al que luego ascendió para poder sobrar esos sobresueldos"
Montoro asegura que no hay pruebas contra él y vincula su caso a los escándalos del Gobierno

El PSOE ha señalado de los dos primeros consejeros de Hacienda de Juanma Moreno, Alberto García Varela y Juan Bravo, de cobrar sobresueldos cuando no les correspondía en sus respectivas etapas en el Ejecutivo andaluz. A través de su portavoz adjunta, Ángeles Férriz, los socialistas andaluces enmarcan esas irregularidades dentro de la "trama andaluza" del caso del ex ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El PP, a través de su portavoz, Toni Martín, ha recordado que ambos recibieron esas retribuciones se recibieron en virtud a una norma aprobada por la ex consejera Magdalena Álvarez -y que desde entonces "se llaman los magdalenos"- y de la que "se beneficiaron también cargos socialistas como Antonio Ramírez Arellano.
El relato de Férriz comienza "en 2019, cuando Juanma Moreno pidió ayuda a Cristóbal Montoro para el nombramiento de quien fue su primer consejero de Hacienda, Alberto García Varela que era director general de Tributos del ex ministro ahora investigado y que dimitió veinte días después por problemas de salud". La portavoz adjunta del PSOE, señala que "durante ese tiempo, García Varela presionó a altos cargos de la Consejería, algunos todavía heredados de la etapa socialista, para que firmaran un documento para cobrar un sobresueldo". Esta práctica está contemplada cuando un funcionario cobra unos emolumentos mayores a los que percibiría como cargo público, pero que "sólo se aplica si eres funcionario de la administración pública andaluza", algo que en este caso "no se daba".
Durante ese tiempo, siempre según lo manifestado pro Férriz, "se presionó a los funcionarios de la Consejería para que firmaran ese documento. Como no lo consiguió adujo problemas de salud y se marchó".
Nuevamente "Moreno pidió el asesoramiento de Montoro y este le propuso a Juan Bravo como relevo. Éste también reclamó el cobro de un sobresueldo que no le correspondía y para que se firmara el documento, cambió al funcionario que debía firmarlo. Colocó entonces a Alejandro Torres Ridruejo quien, efectivamente, dio el visto bueno a esos sobresueldos que asecendían a 60.000 euros y a los que no tenía derecho ya que no procedía de la Administración". Juan Bravo, también "aprobó el sobresueldo que García Varela reclamó después por los veinte días que estuvo como consejero. Además, creó una Dirección General que no existía, la de Contratación Pública de la Junta al frente de la cual puso al funcionario que había firmado el documento y que fue ascendido".
Férriz anunció "iniciativas parlamentarias" para que se expliquen estos hechos aunque está convencida de que "no irán a ninguna parte dados los precedentes que hemos tenido en situaciones similares".
La portavoz adjunta socialista ha recordado que Montoro ha sido para Moreno Bonilla más que un compañero, un amigo, un gurú, un referente y un faro. Y como dijo el propio presidente andaluz “un imprescindible en los gobiernos del PP” y alguien que “con el paso de los años se valorará su acierto como ministro de Hacienda”, recordando las palabras de Moreno Bonilla sobre el ex ministro. “Tan íntimo que le recomendó a sus dos primeros consejeros de Hacienda”.

El PSOE, tercera fuerza
Pocos minutos después, el portavoz del PP, Toni Martín, ha explicado que "esos sobresueldos fueron aprobados en los Presupuestos de la Junta de 1997 a propuesta de la ex consejera Magadalena Álvarez. De hecho desde entonces se llaman los magdalenos, por lo que no entiendo a qué vienen esas acusaciones ahora, más aún cuando hubo cargos socialistas, como Antonio Ramírez Arellano que era rector de la universidad y que tenía derecho como funcionario a percibir esas remuneraciones extraordinarias que tienen todos los funcionarios que tienen consolidada su plaza y sus retribuciones económicas".
A juicio del representante popular, la estrategia del PSOE andaluz es "incendiaria, mentirosa y difamatoria" y responde a una "orden dada por María Jesús Montero de enfangar el debate parlamentario, que desde luego no les está dando resultado en las encuestas electorales que se publican. El PSOE puede llegar a ser la tercera fuerza política en Andalucía y, a pesar de que tengo compañeros que me han dicho que no lo diga, vuelvo a insistir en que tengo dudas de que Montero sea la candidata socialista a la Junta".
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