Cuatro días de fiesta en El Rocío y por un motivo que nada tiene que ver con la devoción mariana que da nombre a la aldea almonteña. Un grupo de particulares está preparando para el fin de semana que antecede a la festividad de Todos los Santos una celebración por todo lo alto en vísperas de Halloween. Sí, la moda norteamericana ha llegado a la marisma y lo hace con todos sus condimentos: música, comida, bedida y alojamiento. Hasta que el cuerpo aguante. O hasta que lo hagan los vecinos de este entorno natural, muchos de los cuales empiezan a estar cansados de este tipo de reuniones masivas que perturban la tranquilidad del entorno. 

El Rocío ya no es sólo un lugar de la marisma donde se acude a visitar a la Blanca Paloma. Desde hace años se ha convertido en un enclave para fiestas y celebraciones que congrega a un elevado número de personas bajo un mismo techo. El tipo de casa que predomina en la aldea, con muchas habitaciones y camas para dar cobijo a los peregrinos durante la romería de Pentecostés, favorece este tipo de concentración. Hasta ahí no hay problema. El conflicto surge cuando la conducta de estos visitantes y el ruido que provocan perturban la convivencia con los vecinos de este enclave marismeño o de otras personas que acuden allí para descansar. 

Conocidas son las concentraciones de personas llegada la Navidad y Año Nuevo. Pero desde hace algún tiempo lo mismo ocurre con otra celebración importada y asumida por la sociedad española ya como propia: Halloween, el sustituto de la fiesta católica de Todos los Santos. Muchos inquilinos que alquilan casas en El Rocío organizan estas fiestas a modo particular, pero este año se ha producido una novedad que empieza a inquietar a la Policía Local de Almonte, responsable de la seguridad en la aldea. 

Con todos los ingredientes

Se trata de una celebración cuyo anuncio ha corrido como la pólvora en las redes sociales. En él se invita a participar en una macrofiesta de cuatro días de duración y tres noches. Incluye comida, bebidas, cama y la actuación de grupos flamencos (a día de hoy se desconoce qué relación guarda este género con Halloween). El precio por disfrutar de esta cita desde el viernes 27 de octubre al lunes 30 alcanza los 200 euros. Si el bolsillo o cuerpo no aguanta tanto tiempo, se puede optar por una tarifa low cost de 50 euros por una sola jornada.

Anuncio de la macrofiesta de Halloween en El Rocío.

El aforo máximo para los cuatro días es de 47 personas y para los de un solo día, de 25, por lo que se entiende que en una jornada en dicho recinto (el cual no se especifica) se pueden llegar a congregar 72 inquilinos, cifra que, unida a quienes se encarguen del servicio y mantenimiento, puede superar las 80 personas. 

La cita tiene hasta su política de cancelación. A partir del 23 de octubre no se devolverá ningún euro a quienes se hayan apuntado. Los convocantes aseguran que ya están reservadas la mitad de las plazas. 

Régimen sancionador

La proliferación de fiestas particulares en El Rocío al margen del calendario religioso que se desarrolla en el santuario de la Blanca Paloma (romería de Pentecostés, Rocío Chico, cultos de la Hermandad Matriz y peregrinaciones extraordinarias de las filiales) provocó que se estableciera un régimen sancionador para quienes incumplen la ordenanza de convivencia y seguridad ciudadana establecida por el Ayuntamiento almonteño. Una infracción grave puede alcanzar los 15.000 euros y una muy grave, los 30.000.

La Policía Local del municipio onubense está ya en alerta sobre la macrofiesta anunciada y cualquier otra celebración que perturbe la vida de las casi 2.000 personas empadronadas en El Rocío.