Juanma Moreno también baja a las trincheras

Los barones rompen con Pedro Sánchez y se apuntan al final de la legislatura

Con una manifestación que clama "mafia o democracia", de Barcelona no podía salir nada positivo

Díaz Ayuso protagoniza la crispación en la Conferencia de Presidentes: "¿Quieres dar un beso a una asesina?"

Juanma Moreno conversa con el lehendakari Imanol Pardales, este viernes en la Conferencia de Presidentes de Barcelona.
Juanma Moreno conversa con el lehendakari Imanol Pardales, este viernes en la Conferencia de Presidentes de Barcelona. / David Zorrauino/EFE

La Conferencia de Presidentes de este viernes nació muerta por puro tacticismo de los dos grandes partidos. Ni lealtad institucional ni cooperación federal, la batalla por el final de la legislatura ha traspasado los límites del Congreso y ha fulminado lo que quedaba de relaciones entre el Gobierno y las comunidades.

Hasta Juanma Moreno, que alardeaba de apartar la crispación al norte de Despeñaperros, ha bajado al campo de trincheras: se sumó al resto de líderes del PP y pidió a Pedro Sánchez elecciones anticipadas. La semana próxima el Parlamento andaluz aprobará, gracias a los votos del PP, una proposición no de ley en la que reclama el adelanto. En su intervención -"sin sustancia", según uno de los presentes entre el bando del Gobierno-, el presidente de la Junta aseguró que el sistema sanitario era insostenible, que las políticas de vivienda son autonómicas y que había que retirar el proyecto de ley que condona la deuda de 18.791 millones de euros a Andalucía.

Pedro Sánchez quería una cumbre con aroma institucional, con el Rey incluido en los saludos iniciales, y localizada en Barcelona como muestra de la normalización de Cataluña después de los años terribles del procés. Sin hablar sobre la financiación autonómica, que es el elefante en la habitación. Sólo sobre vivienda y sobre Formación profesional, pero el PP y, en especial, Alberto Núñez Feijóo también tenían un interés muy particular, y no podían permitir un encuentro de características tan versallescas a sólo 48 horas de que se celebre su manifestación contra la "mafia" del Gobierno. Con la mafia no se sienta uno a la mesa.

Pedro Sánchez, en Barcelona, con María Jesús Monteró atrás.
Pedro Sánchez, en Barcelona, con María Jesús Monteró atrás. / Alberto Estévez/EFE

Ante ello, los presidentes de las comunidades gobernadas por el PP intentaron forzar la máquina con un orden del día inabarcable. Buscaban que Pedro Sánchez renunciase y desconvocase, para que esta mañana de domingo estos mismos presidentes se manifiesten con Alberto Núñez Feijóo por Madrid al grito de "democracia o mafia" sin ataduras institucionales, pero el socialista transigió. La reforma de la financiación autonómica entró en el orden del día, junto a 13 asuntos más, pero no hubo ni diálogo ni deliberación, 10 minutos para cada presidente y vuelta a casa. La madrileña Isabel Díaz Ayuso, que lucha por no confundirse con el resto del PP, montó el pollo. "¿Quieres besar a una asesina?", le espetó a la ministra de Sanidad, Mónica García.

La Constitución española alumbró un Estado de las autonomías sin preverlo, y por eso chirrían algunas de sus instituciones. Alemania y Austria, que son repúblicas federales, también celebran conferencias de presidentes, enmarcadas en lo que se denomina "federalismo cooperativo". Pero sin lealtad institucional no hay federalismo, y en esto se ha convertido España, en un Estado cuasifederal donde no rigen los mecanismos de cooperación. Pedro Sánchez gobierna en una suerte de cohabitación con unos presidentes autonómicos que se han declarado en oposición permanente, y así no es posible avanzar de manera conjunta en materias como vivienda, inmigración o financiación autonómica.

España es un Estado cuasifederal sin mecanismos de lealtad institucional entre Gobierno y autonomía

El Gobierno puede promover leyes, aprobarlas si encuentra la mayoría parlamentaria, pero no lo hará de la mano de quienes deben implementarlas, las autonomías. Núñez Feijóo ha sumado a su oposición la tercera cámara, la de los líderes autonómicos, son los 11 del PP más el socialista Emiliano García Page.

El PP de Alberto Núñez Feijóo ha dado por concluida la legislatura, y no es que en Génova crean que Pedro Sánchez no aguantará más allá del verano, pero la acusación de "mafia" y de "organización criminal" al PSOE ha terminado por reventar los pocos puentes que aún no estaban destruidos. Juanma Moreno, que siempre ha preferido jugar en el lado templado de la política, estará en la manifestación de hoy, abrazado a la estrategia de los gallegos de Génova. El presidente de la Junta tiene vocación de liderar el PP nacional, no está por ser una rara avis.

Cataluña, última esperanza socialista

Pedro Sánchez escogió Barcelona porque en Cataluña es donde guarda su comodín electoral. En el mismo Palacio de Pedralbes se reunió en 2018 con Quim Torra, el presidente de la Generalitat que relevó al huido Puigdemont. Entonces, los equipos de Moncloa y el Palau se pelearon por el color de las flores de Pascua, hubo baile de amarillas -el color de los independentistas procesados- y rojas, que combinadas con las anteriores emulan a las banderas española y catalana.

Fue entonces cuando Sánchez intentó lo que concluyó años después con la Ley de Amnistía, una recuperación de Cataluña que ha terminado por costarle la pérdida del resto del país. Aun así, desde una visión catalana, la imagen de Sánchez y Salvador Illa es un éxito. Hay quien sostiene que Sánchez aún puede repetir el resultado de las generales de 2023 si cuenta con un respaldo masivo de esta comunidad.

Todo lo demás se ha roto. La Conferencia de Presidentes del año pasado en Santander ya no salió bien. En España se han celebrado 27 encuentros de este tipo, y 23 corresponden al mandato de Pedro Sánchez. Tuvieron un valor efectivo durante la pandemia de Covid, cuando se citaron en 19 ocasiones, pero sin un mínimo de lealtad por ambas partes la cumbre de Barcelona se podía haber ahorrado. Si no media algunas catástrofe tipo pandemia, volcán o guerra, no habrá ninguna más esta legislatura.

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