La crisis del PSOE entrega a Moreno una victoria en el Parlamento andaluz

La mayoría absoluta es un bálsamo para cualquier presidente. Pero después de seis años en el Gobierno, empiezan a salir las primeras grietas en la gestión sobre todo en lo que se refiere a los servicios públicos que recibe el ciudadano, empezando por la Sanidad, más a las puertas de una temporada de verano con las vacaciones del personal; la Dependencia, con largas listas de espera; y la Educación Pública con el cierre de aulas por la falta de niños, según el Gobierno andaluz y por interés privatizador según denuncian algunas asociaciones de padres y madres.

Y eso además de un proceso de renovación en la Intervención General de la Junta de Andalucía y dos juzgados investigando el troceo de contratos sanitarios con empresas privadas que mantienen imputados a tres gerentes del SAS, la actual y sus dos antecesores.

Este era el panorama que quería retratar el PSOE andaluz que acudía al debate de política general que se celebraba exactamente seis meses después del Debate del Estado de la Comunidad. Enfrente, el presidente andaluz llevaba preparada (y lo pudo explicar con calma porque todavía no había saltado el escándalo) una batería con sus logros políticos y de gestión y anuncios para los próximos meses.

Pero todo eso saltó por los aires nada más que los medios empezaron a publicar por partes el informe de la UCO sobre los amaños y mordidas de José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE federal y un hombre muy próximo a Pedro Sánchez, pieza clave para lograr su retorno a la Secretaría General del PSOE y a la Presidencia del Gobierno. El cara a cara más esperado, el de la portavoz del PSOE andaluz, María Márquez, y el del presidente de la Junta, Juanma Moreno, estaba ya completamente condicionado. En un ambiente tenso y en el que los socialistas caminaban cabizbajos, María Márquez tenía “un papelón”. La palabra la pronunciaba el presidente de la Junta pero estaba en la mente de los 109 diputados del Parlamento andaluz, de los periodistas y de los asesores del PSOE que se afanaban en armar la mejor estrategia.Una estrategia que, desde luego, no logró el efecto deseado y dejó a la bancada socialista todavía con más dudas, si eso era posible. “En el PP no nos van a dar lecciones de nada”, era la consigna. Inmediatamente, los asesores desplazados hasta el Parlamento de Andalucía tiraban de hemeroteca; la portavoz socialista subía atril casi a la vez que se conocía la dimisión de Cerdán.

María Márquez optaba por una intervención agresiva, dura y recordando episodios pasados como la condena del PP en la trama Gürtel, los papeles de Bárcenas y volvía a la época de Aznar, a quien citaba en varias ocasiones. “Las estrategias políticas basadas en la mentira están abocadas al fracaso y usted tiene servicios públicos saqueados, cambia los derechos por negocios y la corrupción es lo que más detecta la ciudadanía y usted lo ha aunado con la Sanidad que es lo que más duele a la gente”, decía María Márquez al presidente andaluz ante la atónita mirada del resto del Parlamento. La portavoz socialista clamaba contra la corrupción... sin pestañear y mientras se iban conociendo los escabrosos detalles de las conversaciones mantenidas entre Ábalos, Koldo y Santos Cerdán, su jefe orgánico.

Márquez seguía adelante: “Se ha criado en el fango interno del PP”, le decía para nombrar hasta a su esposa, “su esposa, señor Moreno, era la gerente del distrito de Barajas (en el Ayuntamiento de Madrid) con una concejala condenada por la Gürtel y usted se empeña en acusar a socialistas inocentes”.

El ruido en la Cámara, entre aplausos y reproches de todos los grupos aumentaba de volumen mientras el presidenteJuanma Moreno la interpelaba. “¿Qué hacemos entre tanta vergüenza y tanto espectáculo?”, preguntaba. Y todo ello mientras iba mostrando las diferentes portadas de los periódicos que iban señalando los audios contenidos en el informe de la UCO.

“El PSOE se está dejando arrastrar por una sola persona que saben que va a caer tarde o temprano y que va a hipotecar al PSOE y mientras tanto, silencio. El PSOE ha decidido suicidarse y vincular su futuro a la locura de su secretario general; los andaluces se lo harán pagar”.