Balance del curso político: Buena intención en el trabajo del Parlamento pero sin resultados

Lo más llamativo del trabajo del Parlamento de Andalucía en el último período de sesiones ha sido la regulación de los espacios del antiguo Hospital de las Cinco Llagas que ha presentado el presidente de la Cámara, Jesús Aguirre. Una regulación que pretende poner unas normas para resolver unos problemas que no existen. Mejor dicho, que sólo suponen una cierta molestia (es cierto que ha ido creciendo en los últimos meses) para el presidente andaluz, con colectivos indignados que llegan hasta los patios del Parlamento para pedirle explicaciones.

A partir de septiembre, los grupos políticos podrán ser sancionados si sus invitados a la Cámara se comportan “indebidamente” (exhiben pancartas, aplauden, hacen fotos, gritan o llevan camisetas con lemas reivindicativos); la sala de las ruedas de prensa sólo estará disponible para diputados o personal elegido por el Parlamento, y las salas de uso común sólo se cederán a terceros en casos muy concretos tras un estricto protocolo de demanda. Y todo eso en el templo de la palabra, como recuerda reiteradamente el presidente Jesús Aguirre.

Los debates parlamentarios se han contaminado del crispado ambiente nacional; en el penúltimo pleno, el presidente de la Junta abandonó el hemiciclo sin contestar al portavoz del PP, quejándose por las reiteradas (y airadas) protestas de la bancada socialista. Sus señorías se faltan al respeto mucho más de lo debido (si es que se puede tolerar alguna licencia en este sentido en el ardor del debate político) y han permitido que el ambiente en la Cámara de representación de los andaluces se enrarezca. Resulta insólito ver tomar un café a dos diputados de diferente grupo político; todo lo más, acercarse tibiamente al único sitio del recinto donde está permitido fumar, un patio al aire libre con un cenicero situado para ello.

Grupos de trabajo

A pesar de todo este ambiente, peor en cada sesión, la Cámara mantiene su agenda de trabajo habitual y ha concluido dos grupos de trabajo de interés social, uno sobre la protección a los menores del acceso a la pornografía infantil, y el otro contra la violencia de género. Dos asuntos en los que han escuchado a expertos, han debatido y aprobado unas conclusiones que ahora irán a las respectivas comisiones para su aprobación posterior en el Pleno. Por el momento, no han logrado ningún avance legislativo. A esto se suma la corta producción legislativa del último año; la Ley del Presupuesto 2025 y las de creación de sendas universidades privadas, además del Colegio Oficial de Criminología de Andalucía, y el Proyecto de Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales y del Mar de Andalucía. El mayor éxito las dos leyes que han llevado al Congreso: la de gafas gratis para los niños y la de adaptación del acceso a la función pública para los discapacitados.