Después de la tempestad del miércoles con la presentación por parte del PP de las enmiendas presentadas fuera de plazo de PSOE y Por Andalucía, la aprobación del primer Presupuesto de la segunda legislatura de Juanma Moreno al frente de la Junta, consumió una sesión tan plana como se supone que debe ser la aprobación de 18 agrupaciones casi todas con sus correspondientes enmiendas y dictámenes que las incorporan.

Hay que buscar momentos destacados en la despedida de Teresa Rodríguez, un villancico coreado con la sola voz de los diputados populares y el rebote del grupo socialista cuando un diputado de Vox les acusó de haber “robado millones” (no era la primera vez) y acabó con el sopor de la mañana entre peticiones de retirada de lo dicho del Diario de Sesiones, algo que tras un enfrentamiento con la Presidencia, se logró, con lo que la sangre no llegó al río.

Al final, apenas un centenar de enmiendas, la inmensa mayoría del PP, seis de Vox y tres de Adelante Andalucía, ninguna de ellas de importante incremento en el gasto, ya que versaban sobre ganadería extensiva en Almería, otra que suma 100.000 euros para apoyar la participación en ligas de los clubes deportivos de deportes no mayoritarios; 1,4 millones para el intercambiador del plan litoral de Málaga y una más que suma poco más de un millón en medidas de fomento y protección de la actividad cinegética. Incluso se llegó a admitir una del PSOE sobre la digitalización de las cuentas autonómicas.

El resto, se resumió en una cifra que sonaba a soniquete en la voz del presidente de la cámara, Jesús Aguirre: “presentes 108 (había un voto delegado); votos a favor, 58; votos en contra 51, queda aprobada la agrupación”. Así, en 18 ocasiones hasta que poco antes de las doce y media de la tarde se anunciaba que quedaba “aprobado la Ley de Presupuestos de la comunidad autónoma de Andalucía para el año 2023”. En un día en el que se miraban los números, 45.603 es la cantidad de millones que lo componen, el más alto de la historia, casi 5.200 millones más (un 12,9%) que el del año en curso que se encontraba prorrogado.

La consejera de Hacienda, Carolina España, felicitada por su compañero de gobierno, Arturo Bernal.

Fue la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, la encargada de cerrar el debate con una intervención en la que, salvo los agradecimientos finales a su equipo, al gobierno y a los parlamentarios de su partido, no se salió ni un milímetro del argumentario empleado para calificar las cuentas escuchado desde hace semanas. A saber: “los Presupuestos más sociales de la historia”; “un compromiso con las familias vulnerables”; “expansivos y pegados a la realidad de los andaluces que fomentan la Marca Andalucía” y “los mejores que ha tenido la comunidad , ya que responden a lo que quieren los andaluces”.

Buena parte de ellas fue recogida por el presidente de la Junta, un Juanma Moreno que, al menos eso es lo que pareció, no perdió la oportunidad de dejar un recado hacia “otras comunidades que no han conseguido aprobar sus Presupuestos a tiempo”. Él sí presumió de hacerlo y al mismo tiempo también de que Andalucía lo haga en “estabilidad política, institucional y económica”, así como “en seguridad, algo que va a contribuir a atraer nuevas inversiones” de cara al objetivo del año que viene en el que “a pesar de que se va a producir una ralentización del crecimiento económico, Andalucía debe aspirar a crecer por encima de la media”.

El secretario general del PSOE, Juan Espadas, tampoco se salió del guión y expresó su certeza de que “lo que pretendía Moreno Bonilla era aprobar las cuentas sólo con su firma” y que habían sido “lentejas, una pérdida de tiempo con la presentación de unas enmiendas que no había voluntad alguna de ser aprobadas, ni siquiera discutidas”. También repitió aquello del “rodillo como forma de gobierno” y de que “la realidad en la que viven los andaluces, desmienten lo plasmado en estas cuentas”.

Poco antes, Jesús Aguirre daba por clausurado un periodo de sesiones que no regresará hasta el mes de febrero, en las previas de “un proceso electoral de vital importancia para nuestros municipios” e hizo un llamamiento a todos para que entonces “sean capaces de dialogar y llegar a acuerdos en beneficio de todos los ciudadanos”. Los buenos deseos no escaparon de su permanente “vocación de médico” para pedirles “que disfruten estas fiestas con seguridad, con salud y que se cuiden”.

“Presentan enmiendas recortadas como si fueran nuestras”

Todavía se hacía mención ayer a la presentación fuera de plazo del mantenimiento de las enmiendas de PSOE y Por Andalucía. Una de las aludidas por los populares como participantes en las negociaciones, Alicia Murillo, se dirigió ayer a los diputados del PP (en concreto a Pablo Venzal quien hacía gestos de negación constantemente) a quien le criticó que “pretendieran hacernos creer que iban a aceptar 4 o 5 de nuestras enmiendas, pegarles un hachazo del 90% y presentarlas como su fueran nuestras. Son sus enmiendas, no las nuestras. Es un teatro absoluto, que lo único que pretende es humillarnos y es fruto de su soberbia como forma de gobernar”. Momentos después les acusó de “hacer lo que les sale de la mayoría absoluta”.

Teresa Rodríguez, emocionada en su última intervención en el Parlamento de Andalucía.