Podría reproducir alguna de las columnas que en esta misma sección he escrito desde hace ya 13 años refiriéndome a carreteras, comunicaciones, infraestructuras o cualquier otra denominación que pudiera inventarse, lo cual no puede extrañarnos con la afición que tanto abunda de sustituir los términos de siempre por complejos eufemismos o cualquier otra artimaña expresiva para disfrazar las palabras usadas toda la vida. A quienes nos gusta llamar a las cosas por su nombre, sin reticencias, ambigüedades y retóricas inútiles, la realidad es que en materia de inversiones en este sector a la luz de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, que invocaban hace unos días los populares onubenses, Huelva sigue siendo altamente deficitaria, adoleciendo de singulares carencias en las comunicaciones que vienen padeciéndose desde hace largo tiempo.

Desde que se inauguró la autovía Huelva-Ayamonte en 2001, que completaba la llamada autopista del V Centenario, allá por los años en que gobernaba Aznar, Huelva es la provincia en la que menos kilómetros de autovías y carreteras se han construido. Es el momento de que la Administración regional informe puntualmente de la razón por la que en esta provincia se han dejado de invertir "128 millones de euros en los últimos 9 años". Sobre todo cuando es una reiterada demanda general la necesidad de habilitar estas comunicaciones. Sigue siendo inconcebible que Huelva no tenga una comunicación por carretera con Cádiz, que llevan reclamando onubenses y gaditanos desde hace más de medio siglo. Las dos únicas provincias españolas que a estas alturas no tienen comunicación directa por carretera.

Pero hay también otras demandas más urgentes si cabe, en esa insuficiencia inversora de la Junta de Andalucía en Huelva. La lista es bastante sustanciosa y en ellas figuran algunos de los grandes proyectos a los que parece haberse renunciado u olvidado, ¡vaya usted a saber!, como aquellas otras que a todas luces resultan más vitales, no sólo para el desarrollo económico sino también turístico de nuestra provincia y su correspondiente repercusión en el incremento del empleo. Son los casos bien evidentes de la autovía de la Cuenca Minera, la conexión Sur Metropolitana, las comunicaciones con el norte de la provincia y la Sierra, diversas variantes, las conexiones de la A49 con la costa, todavía pendientes y el desdoble de la carretera de Almonte a Matalascañas, que evite los grandes atascos del verano.

Todas estas demandas y otros capítulos en materia de comunicación, tan reiterados hasta la saciedad, es algo que conocemos sobradamente quienes llevamos muchos años en la información, en esa denodada reivindicación de superar asignaturas pendientes, el cumplimiento de infinidad de promesas electorales, la continua reclamación para acometer programas y acciones de apremiante necesidad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios