Como un complemento más cromático y expresivo hemos podido contemplar en el Centro Cultural José Luis García Palacios una exposición que recoge trabajos realizados por el inolvidable pintor onubense, José María Franco, sobre la Semana Santa de Huelva. La muestra recopilada y seleccionada por su hijo, el prestigioso escultor, Alberto Germán Franco, permitía admirar un gran número de acuarelas que recogen momentos estelares de la Semana Mayor de nuestra capital. Muchas, recordemos, se integraban en una colección distribuida por Huelva Información entre sus lectores, además de apuntes a lápiz trazados al paso de las procesiones por las calles y plazas de la ciudad, los bocetos preparatorios del cartel de la Semana Santa de Huelva de 2006 y la última aguada que ilustraba la portada del pregón de la Semana Santa de Aracena pronunciado por su hijo Alberto Germán en 2017.

Sobre toda esta impagable obra se publicó en 2008 un hermoso libro, "Lo que vos queráis, Señor", que yo glosaba en esta columna, destacando el título que le daba a su prólogo, Carlos Muñiz Romero, el poeta de Rosal de la Frontera, "La acuarela y la poesía" y en el que se contaba en cada una de las bellas imágenes de José María Franco con poemas de muchos ilustres autores de la poesía de nuestra tierra: Benito Arias Montano, el gran humanista y polígrafo, colaborador fiel de Felipe II; Sor María Santísima de la Trinidad, Juan Ramón Jiménez, Francisco Macías Rodríguez, Rogelio Buendía, Abelardo Rodríguez, que se fue tan pronto, Adriano del Valle, tan vinculado a Huelva, Isabel Tejero, Xandro Valerio y Curro Garfias, moguereños entrañables, Jesús Arcensio, el asombroso sonetista, el tan recordado Diego Díaz Hierro, Diego José Figueroa, Rafael Manzano, José Manuel de Lara, Antonio Salas Dabrio, ¡qué murió tan joven!; Manuel Sánchez Tello, Francisco Pérez Gómez, Juan de Mata Rodrigo Moro, pregonero de "todo lo bello y lo sublime"… Me falta espacio para nombrarlos a todos. Aviva mi recuerdo diario y la emoción el pergamino que me dedicó - heredero afortunado del gran pergaminista que fue su padre, Domingo Franco -, como pregonero que fui de la Semana Santa de 1993, en el que plasmó con su arte singular, motivos pasionistas de mi Salamanca natal y de esta tierra de adopción. Difícil evocar tantos sentimientos entrañados desde la juventud, fue amigo de adolescencia de mi mujer y ello propició nuestra vieja amistad y mi admiración en el tiempo -¡tanto tiempo! - de la diversidad admirable de su arte. El acreditado crítico Jesús Velasco, en su "Historia de la Pintura Contemporánea en Huelva, 1892-1992", imprescindible referencia en el conocimiento del arte pictórico onubense, afirma, entre otras diversas menciones: "Amó profundamente sus paisajes de cabezos, playas y rías, como también se volcó en feliz encuentro con la naturaleza virgen de Ayamonte… pero donde realmente ha dado todo su valor pictórico ha sido en la serranía onubense".

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