Vivienda antes de ser demolida.

Vivienda antes de ser demolida. / Rafa García (Huelva)

Las antiguas casas de planta baja van desapareciendo poco a poco del centro de la ciudad así como de las barriadas de la capital onubense, tradicionales construcciones características del urbanismo de principios del siglo XX, que van dando paso a la edificación de grandes bloques de viviendas, mientras que en las nuevas urbanizaciones proyectadas se apuesta por destinar suelo a viviendas unifamiliares para dar respuesta a la demanda existente, todo un contrasentido. Se derriban en la zona centro y en clásicas barriadas y se contempla la construcción de viviendas de esta tipología en superficies hacia las que va a crecer la ciudad tanto en el norte como en el sur.

No hay una apuesta por mantener en la ciudad este tipo de construcciones ya consolidadas ni por parte de las administraciones públicas ni de la propiedad privada. Aparte de ser una alternativa a las viviendas plurifamiliares, siempre aportan estética allí donde se ubican y ofrecen una plena autonomía a sus moradores, una opción residencial que no se debería perder. Siempre debería haber una alternativa para su conservación. Son, además del de vivienda, varios los usos que se le pueden dar o compaginar con ésta. 

Pocas son las típicas casas de planta baja que se libran en la urbe de la acción de las máquinas excavadoras, que va convirtiendo en escombros construcciones que forman parte de la historia de la ciudad y de la arquitectura de una época, con ellas se van vivencias, escenarios cotidianos y se va diluyendo la imagen de la original fisonomía urbana característica de Huelva, de la que sólo van quedando pequeños retazos a modo de ejemplos arquitectónicos de otra manera de hacer ciudad, viviendas que gozan de cierta protección y que han sido incluidas en el urbanismo del siglo XXI. No obstante, entre éstas hay algunas a las que no se les acaba de dar salida, que no se actúa sobre ellas, no se les da un uso y el paso del tiempo y la falta de conservación termina haciendo mella, conduciéndolas a un estado ruinoso.

La última casa antigua del casco histórico de Huelva en sucumbir a la acción de la máquina excavadora ha sido un inmueble ubicado en la céntrica calle Miguel Redondo esquina con la avenida Italia, a unos metros de la vieja estación de tren, una construcción de dos plantas de altura, que ya ha pasado a ser historia. 

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios