Debate de un futuro cercano

La apertura de la legislatura ha evidenciado que el tema monarquía o república cobra protagonismo

S style="text-transform:uppercase">e esperaban más salidas de tono y no había mucha tranquilidad, a juzgar por las noticias difundidas. Entre otras, la de los anuncios de movilizaciones del colectivo 25 S; el tuit de Bescansa, advirtiendo a Letizia que se preparara para una campaña de insultos y descalificaciones sin límites si llevaba a sus hijas al hemiciclo; la inquietud que reinaba -nunca mejor dicho- en la Casa Real, lo que llevó a que se efectuaran modificaciones protocolarias o habituales, además de un mayor control en todo… Al final, comparada con lo que se sospechaba sucedería y lo que, en verdad, fue, la sesión de apertura de la XII Legislatura en el Congreso de los Diputados ha quedado en unas cuantas anécdotas, algunas de las cuales se repetirán en sucesivas ocasiones para convertirse en el pan nuestro de cada cónclave de cierta relevancia o transcendencia. El ambiente no fue especialmente crispado y dichas anécdotas dormirán en las hemerotecas, para futuros estudiosos, como el que algunos no asistieron -por ejemplo, Rufián, el de los dardos verbales envenenados-; la camiseta negra -en plan heavy metal- de Cañamero con su leyenda de que no él no ha votado a ningún rey; los brazos caídos -eso sí, puestos en pie al inicio-, para no aplaudir, de los podemistas, con caras serias, muy serias, y con su líder, como siempre, con expresión de enfado; y la bandera republicana, sostenida por Iñaki Bernal de Unidos Podemos, durante todo el discurso del jefe del Estado -buen aguante tuvo-. En otro sentido, también permanecerá en los papeles el lapsus de la presidenta, Ana Pastor, que por acabar prontito se lanzó a dar por cerrada la sesión cuando todavía no se había escuchado lo de que quedaba inauguraba la legislatura. Más allá no hubo nada destacable. Las intervenciones no fueron interrumpidas y cada cual hizo lo suyo; Pastor defendiendo la democracia y el papel de los parlamentos y Felipe de Borbón, de nuevo, recurriendo a la grandilocuencia. Por supuesto, habrá quienes piensen que todo ha estado descafeinado en cuanto a las posibilidades de protesta y de reivindicaciones y que ha sido una oportunidad perdida. No se sabe qué es lo que ha conseguido esa tibieza, si las medidas de seguridad, negociaciones o cualquier otra razón. Sin embargo, la sesión sí ha dejado claro algo que cada vez tendrá más protagonismo: el tema de monarquía o república; sobre todo, cuando los que apoyan lo primero quieran modificar la Constitución para que pueda reinar Leonor. Será el debate de un futuro cercano.

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