Migraña, hoy

Además de la genética hay factores, como el estrés, que pueden desencadenar el dolor

En España más de cinco millones de personas padecen una patología que se asocia al dolor y que implica costes socioeconómicos. Se trata de un tipo de dolor de cabeza intenso, a menudo unilateral que produce otros síntomas como mareos, náuseas y sensibilidad a la luz, los olores o los sonidos. A pesar de ser un dolor muy incapacitante, hasta un 25% de quienes lo sufren nunca ha consultado su dolencia con el médico. Este trastorno es más frecuente entre las mujeres. Tal y como señalan desde la Sociedad Española de Neurología (SEN), en aproximadamente un 80% de los casos se da en mujeres en edades comprendidas entre los 20 y los 50 años. Pero no sólo en esta etapa, incluso en la infancia hay más casos de migraña entre las pequeñas: un 9 por ciento de las niñas europeas la padecen frente al 5 por ciento de los niños.

La migraña crónica, es decir, sufrir migraña durante más de 15 días al mes, es la complicación más frecuente de esta enfermedad y es el tipo de cefalea que más impacto ejerce sobre la vida de los pacientes. “Y la principal consecuencia de un mal manejo de esta enfermedad es el deterioro en la calidad de vida de la persona y que el dolor se cronifique, porque la migraña puede evolucionar hacia una forma crónica si no se trata correctamente. Cada año, cerca de un tres por ciento de las personas con migraña pasan de tener una migraña episódica a una crónica, mientras que un seis por ciento pasan de una migraña de baja frecuencia a otra de alta frecuencia”, comenta el Dr. Pablo Irimia, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN.

Además de la genética, hay otros factores que pueden desencadenar este dolor: el estrés, el ciclo menstrual, la falta de sueño, el consumo de alcohol, el ayuno prolongado o también algunos alimentos. Por este motivo, es importante llevar hábitos de vida saludables para mantener a raya las migrañas. La cronificación de esta enfermedad está relacionada con varios factores que favorecen su aparición como la alimentación. Existen algunos productos como el chocolate, el café, las nueces o el queso que podrían funcionar como desencadenantes. Sin embargo, no existe una norma para todos los pacientes.

Los expertos recomiendan en principio no restringir ningún alimento, evaluar cada caso en concreto y optar por la dieta mediterránea. Pero no sucede lo mismo con el alcohol, la única bebida que se ha probado que puede actuar como desencadenante, así como otros factores como el tabaco, el sobrepeso y la obesidad. Para aliviar esta afección se recomienda mantener una buena calidad de sueño y practicar ejercicio físico, uno de los tratamientos no farmacológicos más adecuados para evitar esta patología.

Finalmente, desde la SEN recuerdan a los pacientes que cuando el dolor de cabeza sea frecuente y comience a afectar su calidad de vida, es fundamental buscar atención médica para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado. Seguro.

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