La hermandad de Nuestra Señora de la Antigua y San Antonio de Padua, como indican sus reglas, recupera esta cuaresma los vía crucis en su formato tradicional que, desde 2008, celebran cada viernes de este tiempo litúrgico en los conventos de clausura y, desde 2012, va rotando entre los distintos cenobios de la ciudad, pero que tuvieron que adaptar en 2020 y 2021 por la pandemia del covid 19.

El monasterio de San Leandro será el primero en acoger, este viernes 4 de marzo, esta cita que combina el rezo de este ejercicio piadoso con las explicaciones histórico-artísticas de cada cenobio de la mano de un experto, en este caso será Jesús Romanov.

Los conventos de Santa María de Jesús (11 de marzo), con las explicaciones de Pedro Fernández; Santa Inés (18 de marzo), guiado por Álvaro Pastor; Santa Ana (25 de marzo), con Manuel Jesús Roldán; San Clemente (1 de abril), con José Fernando Gabardón; y Las Teresas (8 de abril, Viernes de Dolores), con Enrique Muñoz, completan los seis viernes de Cuaresma. Si bien, la hermandad organiza igualmente un Vía Lucis pascual, el miércoles 20 de abril en el convento de Madre de Dios. Todos darán comienzo a las 18:00, con la excepción del vía lucis que se rezará a partir de las 19:00.

Obligada a suprimir estos actos en los años 2020 y 2021 por la pandemia, la hermandad optó el año pasado por ofrecer las explicaciones historiográficas a través del canal de YouTube de la corporación, además de facilitar el libro con las 14 estaciones del vía crucis, que habitualmente se reparte en los conventos, en formato pdf para quienes quisieran seguirlo desde sus hogares.

Finalmente, el hermano mayor de la corporación, Manuel García Preciados, ha recordado que la recaudación íntegra de la colecta que realiza la hermandad al término de cada vía crucis se destina íntegramente al convento en el que se celebra para ayudar a la comunidad en sus necesidades, principal fin de la hermandad, que está conmemorando su 75 aniversario fundacional.

Sobre la Hermandad

La Hermandad de la Antigua y San Antonio de Padua tiene su sede en la Iglesia del Divino Salvador y, aunque forma parte de la nómina de hermandades de Gloria del Consejo General de Hermandades y Cofradías, es de las pocas hermandades de la ciudad que no sacan paso a la calle. En el altar contiguo a la entrada a la nave del Evangelio desde el Patio de los Naranjos, se venera el lienzo de Nuestra Señora de la Antigua, atribuido al notable pintor sevillano del siglo XVIII Juan Ruiz Soriano, cuyo arte deriva de Murillo. El lienzo fue restaurado por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) con ocasión de la restauración integral de la Iglesia Colegial. Bajo el mismo, en una pequeña hornacina, se venera la imagen de San Antonio de Padua, cotitular de la hermandad, obra del escultor Manuel Domínguez.