Desfiles procesionales

El silencio por la muerte de Cristo impregna un Viernes Santo singular

  • El marqués de Ayamonte y Astorga presidió la procesión de la Vera Cruz, fundada en 1550

LA Semana Santa se clausura tras un Triduo Pascual caracterizado por numerosas singularidades y el broche que pone hoy el Domingo de Resurrección, que acapara la atención de onubenses y turistas ávidos de las últimas procesiones de la provincia.

AYAMONTE

Francisco López Becerra de Sole Martín de Vargas, marqués de Ayamonte y de Astorga, duque de Maqueda y Grande de España, cuya familia está vinculada a la fundación de la hermandad, en 1550, presidió la noche del viernes, junto al alcalde de la ciudad, Alberto Fernández; la presidenta de la Hermandad de Nuestra Señora de Las Angustias, Patrona de la localidad, Rocío Concepción; y otras autoridades, la procesión de la Muy Antigua, Real e Ilustre Hermandad Franciscana de Penitencia de la Vera Cruz, Santo Entierro de Cristo y María Santísima en su Soledad en un Viernes Santo en el que Ayamonte volvió a convertirse en el único lugar en el que procesionan de manera simultánea dos Santo Entierro.

El marqués fue recibido en el templo de San Francisco, sede de esta antigua cofradía, por la Hermana Mayor de la Hermandad, María Antonia Moreno, quien se mostró agradecida por la participación del Marqués en el cortejo, en un año en el que se conmemora el 75 aniversario de la bendición de la imagen del Cristo de la Veracruz, titular de la cofradía y obra del imaginero ayamontino Antonio León Ortega. Tan ilustre visitante fue invitado a realizar el primer golpe de martillo del paso que porta la imagen de Vera Cruz.

Cabe destacar, el brillante desfile procesional de la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Sacramental y Archicofradía de Nazarenos del Santo Entierro, Descendimiento de Cruz y Nuestra Señora del Mayor Dolor, que también recorrió las calles de la localidad en un Viernes Santo en el que la climatología acompañó los desfiles procesionales de una noche en la que la tribuna oficial estuvo presidida por la directiva de la Agrupación de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de Ayamonte, al frente de la cual se encuentra como presidente Alberto Vázquez Fournier.

La Hermandad de Jesús Resucitado y María Santísima de la Victoria será la encargada de poner hoy el broche de oro a la Semana Santa ayamontina, Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.

ISLA CRISTINA

La Procesión Oficial del Viernes Santo de la Semana Santa Isleña comenzó a recorrer las calles de a las 19:30 cuando, desde su casa hermandad hacía su salida la Hermandad de la Vera Cruz y Cofradía del Santísimo Cristo del Amor, Nuestra Señora de la Piedad y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo. Abriendo la procesión, La Piedad, acompañada de la Banda de Música Cristo del Amor de Aguadulce, y, tras ella, el Cristo Yacente al que precedía la Corporación Municipal, encabezada por la alcaldesa, Antonia Grao. Detrás de paso, la Banda Municipal de Calañas.

ZALAMEA

Zalamea la Real celebró el Viernes Santo la procesión de la Vía Sacra, una liturgia de la Semana Santa que data de 1776 a la que sólo pueden acudir los hombres, según marca la tradición. Con la caída de la noche, una corneta anunció el comienzo de la hora santa del Vía Crucis y la campana mayor tocó diez veces, momento en que los hombres, con un recogimiento absoluto, se trasladaron a la iglesia de la Asunción.

Desde ese edificio, que data del siglo XVII y simboliza la Casa de Pilatos, tras la cruz de guía de la Hermandad del Santísimo Cristo Yacente, imitaron el camino que hiciera Jesús desde el Pretorio hasta el Gólgota, del Calvario hasta el Sepulcro de Arimatea, cantando una salmodia antiquísima en verso que va narrando el acontecer de la Pasión del Señor.

Durante este recorrido las mujeres, al escuchar la corneta y la esquila, se recogen en sus casas, tras puertas y ventanas, sin ser vistas y desde allí presencian el paso de los penitentes, marcado por el recogimiento y el silencio y sólo roto por los cantos en verso.

Esta procesión constituye una de las tradiciones más singulares de la celebración cofrade de la provincia onubense y sirve de colofón de los actos penitenciales de Semana Santa en Zalamea.

Fue instituida por Gabriel Alejandro Sanz, director de las minas de la comarca en el último tercio del siglo XVIII, aunque se cree que se celebraba con anterioridad, y consolidada el 8 de septiembre de 1776. En ese año se construyó y bendijo la Ermita del Santo Sepulcro, rememorando los Santos Lugares, como final del Vía Crucis que componen un total de 15 estaciones, en vez de las 14 que tradicionalmente conforman este tipo de actos litúrgicos.

En 1777 una viuda de la localidad, María Hidalgo, regaló la imagen del Cristo Yacente que se halla en ese sepulcro todo el año.

CARTAYA

Un Viernes Santo más, Cartaya celebró la representación del Auto Sacramental del Descendimiento manteniendo viva una tradición que hace siete siglos era una costumbre habitual en todo el Reino de Castilla. Aunque se trata de una celebración que se ha perdido en la mayor parte del país, en algunos puntos, como en Cartaya, se mantiene viva y año tras año suscita el interés, bien sea por devoción o por curiosidad, de numerosas personas.

El escenario, como cada Viernes Santo, fue la parroquia de San Pedro Apóstol, donde se congregaron los deseosos de presenciar el que es uno de los actos más significativos de la Semana Santa en la provincia, organizado por la Hermandad Sacramental del Santo Entierro de Cristo, una de las más antiguas de Cartaya. Todos los presentes en el templo esperaron como ningún otro ese momento en el que el velo rojo que cubría el Altar Mayor cayó dejando ver a los Santos Varones, grupo al que se pertenece por herencia directa de padres a hijos, y al Cristo Articulado que pende de una Cruz, una imagen de 1944 de los talleres de José Alarcón, que reemplazó a la destruida en la Guerra Civil. En ese momento, los Santos Varones comenzaron a desclavar la imagen, poco a poco, con mimo y cuidado, y posteriormente a bajar al Cristo de la Cruz, siguiendo para ello la dramática narración del orador.

Llama la atención de quien por primera vez presencia este auto sacramental la vestimenta de los Santos Varones, ya que van ataviados con un traje antiguo de origen desconocido, muy poco común en la Semana Santa y caracterizado por túnica blanca, tocado plisado y fajín negro.

Una vez completado el descendimiento del Cristo Articulado, la imagen fue presentada a su Madre y expuesta a la adoración de los fieles y posteriormente fue introducida en la urna de cristal en la que inició la procesión por las calles de la localidad en el más absoluto silencio, interrumpido sólo en ocasiones por la música de cámara que lo acompaña.

VALVERDE DEL CAMINO

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y Primitiva Cofradía de J.H.S del Santo Entierro y María Santísima de la Soledad, Los Negros, cerró la Semana Santa en una procesión marcada por el recogimiento.

La presencia de las Tres Marías y la Verónica acompañando a los pasos no dejan indiferente a nadie. El rostro de las cuatro jóvenes valverdeñas es uno de los grandes misterios de la Semana Santa local, ya que hasta el momento de salir de la Parroquia no se desvela su identidad. Las elegidas fueron Saray Mojarro, Cristina Domínguez y María Domínguez, como las Tres Marías; y Aixa García encarnando a la Verónica.

Con la procesión del Viernes Santo se puso fin a una Semana Santa marcada por la puesta en marcha de su carrera oficial fruto del consenso entre el Ayuntamiento y las Hermandades de Penitencia valverdeñas, que ha constado de 600 sillas gratuitas distribuidas por las cercanías de la Parroquia de Nuestra Señora del Reposo y la Plaza Ramón y Cajal. Precisamente la Plaza Ramón y Cajal se convirtió en el punto de mayor interés.

SAN JUAN DEL PUERTO

La Semana Santa tiene su epílogo hoy a las 9:30 con la salida desde la ermita de Los Remedios del Resucitado y la Virgen de la Esperanza. Les acompañarán, respectivamente, la Banda de Cornetas y Tambores de la Escuela de Punta y la Banda moguereña Hermanos Niño. La hermandad del Toleo celebrará el 50 aniversario de la primera salida procesional de María Santísima de la Esperanza y Cristo Resucitado. Durante la mañana, en la Plaza de España, se celebrará la tradicional Rifa de los Borregos, organizada por el Ayuntamiento, cuya recaudación irá a Siempre Adelante.

El Viernes Santo, de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista salían el paso del Cristo Yacente y el de María Santísima de los Dolores. Las miradas se dirigieron a la imagen de Cristo muerto del año 1700, recién salida de los talleres de Ana Mª Beltrán tras su restauración integral. La procesión destacó por su austeridad, orden y respeto hacia las dos imágenes que recorrieron un itinerario algo más corto que el del Jueves Santo.

El paso de Cristo Yacente, escoltado por dos Guardias Civiles de gala, fue portado por 25 mujeres costaleras mientras que el paso de palio lo llevaba la cuadrilla de 30 costaleros, con acompañamiento de la Banda de Música de El Cerro. La saeta de Gema Martín y el agradecimiento del secretario de la hermandad pusieron fin al Viernes Santo sanjuanero.

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