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Restauración del Cristo de la Misericordia, obra de Juan de Oviedo, de la Parroquia de San Juan Bautista

  • Durante la intervención, se ha realizado el mismo proceso restaurador tanto en la Imagen como en la Cruz

Restauración del Cristo de la Misericordia, obra de Juan de Oviedo, de la Parroquia de San Juan Bautista

Restauración del Cristo de la Misericordia, obra de Juan de Oviedo, de la Parroquia de San Juan Bautista

La restauración de la imagen del Cristo de la Misericordia de la parroquia de San Juan Bautista, de San Juan del Puerto (Huelva), se inició el 1 de febrero de 2023 concluyéndose el 20 de noviembre de 2023; por iniciativa del párroco, el Rvdo. Dr. Don Francisco Javier Real Álvarez, y con la colaboración económica de la Junta de Andalucía y la empresa Magnon. La ejecución fue desarrollada por Ana María Beltrán Ruiz, en calidad de conservadora y restauradora, Licenciada en Bellas Artes, especialista en Conservación y Restauración de obras de arte por la Universidad de Sevilla, y asesorada históricamente por José Manuel Arroyo de los Reyes, Licenciado en Historia con especialidad de Historia Medieval y por María de la Cinta Beltrán Ruiz, Historiadora del Arte, ambos también por la Universidad de Sevilla. Los criterios de restauración aplicados a la obra tratada han sido respetar siempre el original, utilizando materiales inocuos, reversibles y estables para su restauración.

Datos históricos

El Cristo de la Misericordia es una escultura tallada en madera, policromada y dorada, obra de Juan de Oviedo y de la Bandera de 1591, encuadrada dentro del Renacimiento español, de estilo manierista. Fue encargada por Fray Juan Crisóstomo, Padre Carmelita del Convento de la Concepción de San Juan del Puerto a Juan de Oviedo el Viejo (retablista y padre del autor). Es una obra documentada por Celestino López Martínez. Posee la imagen la cruz que se indica en el contrato de obra, negra con filetes dorados y peana en forma de Monte Calvario. Costó 359 reales. La imagen mide 130 cm de alto por 123 cm de largo. La Cruz mide 223 cm de alto por 156 de largo. Fue sometida a unos arreglos (no restauración como tal) tras los destrozos que le fueron producidos en 1936 en el asalto a la parroquia de San Juan Bautista, en que le fueron dañados los brazos, que se conservan y son los que posee la obra.

Descripción formal

Es una imagen bellísima del Señor Crucificado, que muestra rostro sereno tras la muerte. La cabeza cae suavemente sobre la derecha, dejando parte de la barba apoyada por completo en esta zona. El pelo cae por delante de la oreja izquierda y por la espalda, no es muy largo, de manera que no cubre mucha zona de la espalda. Tiene los ojos cerrados tallados. La boca también se encuentra cerrada y enmarcada por la barba. La nariz es fina y pequeña. Muestra tallada la llaga del costado de donde corren regueros de sangre policromados. Tiene los brazos clavados en la cruz, toda su anatomía muestra una seria pero bella figura, no mostrando movimientos bruscos. Está sujeto a la Cruz mediante tres clavos, uno en cada palma de la mano quedando éstas casi abiertas (sin los dedos encogidos). y otro que traviesa ambos pies, quedando tallado el pliegue de la piel donde reposa éste, siendo estos tres elementos de metal férreo.

Intervención

Se realizó una limpieza superficial del polvo. Se procedió a la retirada de la Imagen de la Cruz, quitando los clavos de las manos tanto como de los pies y los elementos metálicos que lo sujetan por la espalda. Se aplicó un tratamiento para evitar que la preparación y policromía que corrían peligro de desprendimiento se perdieran. Se rellenaron y consolidaron las grietas que presentaba, así como los pocos agujeros presentes. Se eliminaron elementos metálicos añadidos y que producían daños superficiales. El dedo anular de la mano izquierda estaba mal pegado en su lugar, por lo que se optó a colocarlo de forma adecuada en su sitio. Se adecuaron los agujeros de inserción de las potencias y se pasó a realizar la limpieza de la obra, tarea más costosa dado el estado de oscurecimiento del barniz aplicado. Se procedió también a eliminar repintes realizados en la reparación de después de la guerra. Se estucaron todas la algunas y grietas y se pasó al enrasado de estas para luego proceder a la reintegración cromática de la obra mediante procedimiento inocuo, reversible y estable. Por último, se aplicó una capa de protección final. Se realizó el mismo proceso restaurador en la Cruz y se colocó la Imagen en ella acabando así el proceso.

El retablo del Cristo de la Misericordia

Se trata de un retablo conocido como los de acarreo. Fue realizado por restos de otros retablos, en este caso del retablo mayor del altar mayor, que en su origen era una pieza de gran valor artístico y que se perdió. Se añadieron piezas de otros retablos para conformarlo por completo como se ve actualmente. Para su restauración se comenzó montando un andamio de dos cuerpos para poder trabajar en las partes altas del retablo comenzando el trabajo el 23 de enero de 2023. Se limpió todo el polvo acumulado por el paso de los años, desde arriba hacia abajo. A continuación, se pasó a fijar las partes que corrieran peligro de desprendimiento para no perderlas. Luego realizada la tarea de la fijación se pasó a realizar la limpieza del dorado, que en algunas zonas presentaban un oscurecimiento bastante acusado, más en algunas zonas que en otras, y que hacían que se perdiera a la vista el dibujo esgrafiado del dorado de la zona superior.

Aparte de todo esto tenía muchas manchas de cera, producidas probablemente en otra época. Se aseguró acabado esto la estabilidad del metal limpio. Se estucaron las numerosas lagunas, grietas y agujeros que presentaba sobre la superficie. Tras esto se procedió al enrasado da cada una de ellas para reintegración cromática de las zonas mediante un procedimiento acuoso y diferenciador.

Tras la repisa central de la parte baja del retablo no existía nada en cuanto a composición lignaria se refiere y se rellenaron esas zonas con unas tablas medidas y cortadas con la misma forma del hueco que queda en la pared y se realizó un marmoleado de tonos salmón. De la misma manera la base de la repisa que estaba en muy mal estado se realizó con un tablón de madera de mayor grosor y se marmoleó de la misma manera.

La parte justo encima de la repisa estaba completamente en madera, ya que se sabe que al ser de otro retablo seguramente en origen esa zona estaba tapada por lo que no había sido acabada por que no era necesario. Para resolver este problema hubo que limpiar la madera, rellenarla pues estaba rajada en algunas zonas, y luego dar unas manos de imprimación y sobre este se comenzó la reintegración cromática sin recrear ningún dibujo en la zona central, cosa que sí que hubo que realizar en los laterales, siguiendo el mismo ornamento del resto del retablo. Esta operación también fue lenta y delicada ya que había que componer dos zonas completas de dibujos que simularan el esgrafiado, y cuyas superficies eran medianamente grandes.

Se restauraron por completo dos pequeñas molduras que simulan un pequeño guardapolvo, y que son las dos de diferentes formas, ya que están hechas con restos encontrados de distintitos retablos. Ambas estaban rotas, tenían pérdidas de fragmentos que se han realizado. Como en la parte alta se procedió a aplicar un tratamiento estabilizador del dorado limpio. Por último, se limpiaron y lustraron los ladrillos que conforman la mesa donde está el ara, así como se tiñó de color oscuro en madera el zócalo de madera que bordea toda la mesa. Para dar por último un acabado protector. Se retiró el andamio el día 2 de octubre de 2023 dando por finalizado el trabajo.