Entre túnicas

mª Carmen / córdoba / gómez

Tiene sentido

HOY es día 1 de Abril, plenitud de la primavera, cambio de horario ya efectuado, esperando este Domingo de Ramos tan anhelado por todos, casas de hermandad llenas con el reparto de papeletas de sitio, almacenes y templos preparados con mudás y montaje de pasos, los enseres relucientes con el brillo de la plata, se han oreado las túnicas, las casas van oliendo a dulces típicos, torrijas, hornazos, roscos, arroz con leche, y los triduos, quinarios, funciones van llegando a su fin, el cielo va teniendo cada vez un color más especial, el día se hace más largo con más horas de luz, que parece más intensa.

Continúan, sin embargo, e incluso se hacen más constantes, esos foros de debate, asociaciones, tertulias o demás reuniones cofradieras, que tienen su punto culmen en esta bendita Cuaresma. En estos grupos de opinión son muchas las cuestiones que se plantean a lo largo de todo un año, y son miles las preguntas que nos hacemos: por qué este altar de culto y no este otro, en horizontal o en pirámide, el exorno floral está bien colocado, qué número de cirios es el más adecuado, qué bordado es el más significativo, qué recorrido es el más apropiado para determinada hermandad, o el tema tan manido de nuestra carrera oficial, que se plantea año tras año desde que se iniciará allá por el año 1945, y que este año de nuevo pasará por calle Concepción, sin aún saber si será lo más adecuado; sobre el hábito nazareno, qué tejido, qué color; tema de costaleros y capataces frente a la llamada crisis de nazarenos; estará establecido el famoso protocolo de lluvia… Estos y otros aspectos son los analizados una y otra vez, y por eso, como dicen algunos, los cofrades somos tiquismiquis, fanáticos, capillitas, y en pleno mes de agosto se mantienen incluso estos foros de opinión.

Si tomamos la definición del vocablo tertulia, "una reunión periódica e informal de personas interesadas en un tema concreto, para debatir, informarse y compartir ideas y opiniones", podemos convertirlas en un instrumento educativo, donde lo primero es la tolerancia y su sentido crítico y esto nos llevaría a sacar lo más positivo de ellas. De estas tertulias o asociaciones cofrades, deben salir ideas y proyectos, con la transmisión de valores, no convertirlas en algo aislado. Y al igual que está Cuaresma ha venido cargada de actos, con una respuesta masiva de público la mayoría, de las tertulias o asociaciones, debemos sacar siempre lo auténtico, con debates serios y argumentos. Si bien es verdad que algunas de ellas han venido cargada de actividades, muchas ya desaparecidas, antiguas tertulias cofradieras en la droguería de los Borrero, los famosos Seises, El cirio apagao, El Penitente, que fue el germen y origen de la Hermandad de la Santa Cruz, y otras muchas, El Pozo, El Aguaó de Huelva Información, Asociación El Polvorín, debemos entender su sentido único, reconocer nuestras carencias, pensar que no existe la perfección, que pueden aportar mucho, sacar el máximo provecho de ellas.

Pero no vale todo, no debemos convertirnos en un sector más, en una secta, o en meros club o asociaciones deportivas, y siendo la asignatura pendiente del cofrade el apostolado y la formación, debemos darle su sentido, sin caer en crítica destructiva, en la difamación, pensar que pueden ser pilares educativos, técnicas de comunicación y testimonios públicos.

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