No sabemos. Los españoles vivimos perdidos en una lluvia fina pero persistente de noticias contradictorias que nos mantienen el alma en vilo y el corazón en suspenso.

¿Punto muerto, marcha atrás o coitus interruptus? Después de la ambigua y enrevesada letanía del presidente Puigdemont en el Parlamento Catalán de que "República sí pero no porque la dejaremos en suspenso", pero luego de la sesión parlamentaria, sin valor político alguno y menos jurídico, pero sí testimonial para aplacar a sus adeptos, se firma un documento por todos y cada uno de los secesionistas, pregunto y reitero ¿en qué limbo político vivimos en este momento?

Y si encima, el presidente Rajoy, después de un Consejo de Ministros extraordinario, le pregunta por escrito al presidente Puigdemont para que conteste antes del lunes próximo si ha declarado una República Catalana o no, y después le hace un requerimiento para que, si es afirmativa su respuesta, antes del jueves vuelva a la legalidad democrática so pena de aplicar el artículo 155 de la Constitución que permite intervenir la autonomía en Cataluña ¿en qué lugar estamos, por favor, reitero?

Que alguien ayude a la ciudadanía y explique, sin trucos, qué está ocurriendo en el nordeste de España, ya que ni sus pobladores ni el resto de este país nos aclaramos sobre lo que acontece en estos momentos.

La verdad es que en política poco se conoce hasta que se manifiestan los hechos. De nada sirven los gestos, las palabras e incluso los grandilocuentes discursos que lo mismo dicen una cosa que la contraria y que, ni siquiera los más versados interpretadores de los oráculos, pueden poner negro sobre blanco sin cometer errores posibles en sus disertos.

De lo ocurrido hasta ahora se podría decir: que el incomprensible inmovilismo del Sr. Rajoy ha finalizado, bienvenido sea. Que el PSOE parece que ha encontrado el discurso de Estado, mi enhorabuena al Sr. Sánchez, ya era hora. Que el Sr. Rivera es un oportunista que está más a la derecha que el PP y que solo busca sacar rédito electoral con los nostálgicos en Cataluña y España. Que la CUP se ha dividido en dos partes enfrentadas y por tanto unas nuevas elecciones en Cataluña están cada vez más cercanas. Que la justicia, ajena a la política y solo atenta a lo dicho en la legislación, tiene citado al mayor Trapero para el lunes y puede que salga emplumado por las órdenes transmitidas a sus subalternos.

Esperemos… porque los ánimos están caldeados.