La inmobiliaria española basada en oficinas, ha registrado pérdidas contables por valor de 1.000 millones de euros en 2023, ante la caída del valor de sus activos (inmuebles). A cierre de año, el valor bruto de los activos (incluyendo deuda) es de 11.300 millones, un 13% menor que en 2022 cuando terminaron en 13.000 millones. Este recorte de valoración se explica en gran parte por 900 millones en su subsidiaria Société Foncière Lyonnaise.

No obstante, en el año el beneficio neto aumentó un 7%, la deuda neta disminuyó un 4%, y ha anunciado un plan de venta de activos por 500 millones (incluyendo el complejo residencial de Méndez Álvaro). En 2023 los ingresos por alquileres aumentaron un 6%, hasta 377 millones, con un crecimiento del 8% (Madrid 9%, París 8% y Barcelona 3%). Por diferencial consiguió un 5% y la indexación contribuyó con 4% al crecimiento total del 8% de los alquileres a largo plazo. Por último, la ocupación se mantuvo en el 97% y el LTV (préstamo sobre valor) se situó en el 39,9%.

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