Recreativo

Un juguete en manos de unos niños

  • El Betis Deportivo supera cómo, cuándo y dónde quiere en juego e intensidad al Recre

  • Los verdiblancos controlan todas las facetas del encuentro ante un Decano sin capacidad de respuesta

Boris salta con un defensor verdiblanco durante la segunda mitad del encuentro.

Boris salta con un defensor verdiblanco durante la segunda mitad del encuentro. / fotos: juan carlos vázquez

Cuándo, cómo y dónde quiso el Betis Deportivo. Sin más. Un equipo superior con balón, sin él, en intensidad y en disposición pasó por encima de un triste Recre que firmó en Sevilla su derrota más dolorosa de la era Ángel López. Ni en planteamiento ni en ejecución fue el Decano un rival a la altura. Cuando su oponente quiso acelerar lo aplicó, cuando quiso replegarse para esperar un golpe definitivo lo hizo con la tranquilidad de quien se siente superior. Marcó el paso a un rival siempre a remolque que en ningún momento mostró capacidad de respuesta. El Recre no fue más que un juguete en manos de unos niños que se lo pasaron bien. Un rival te puede ganar con balón, por físico o por calidad, pero cuando lo hace también en intensidad y empuje la autocrítica urge.

Ya preocupa una historia demasiadas veces repetidas. Este Recre sólo puntúa cuando mantiene su puerta a cero. Si encaja un gol está perdido. Al minuto 6 lo hizo Loren para el Betis Deportivo tras un córner que evidenció falta de agresividad. Consciente de su incapacidad actual para levantar un partido bien podría haber recogido sus cosas el Recre. Se habría ahorrado los desesperantes 84 minutos siguientes de impotencia ante la suficiencia de su rival.

Exhibición de Loren para despedirse como jugador del filial verdiblanco

Acostumbrado a no tocar lo que funciona sorprendieron una barbaridad las salidas de Rafa de Vicente y de Víctor Barroso del campo. En un choque de batalla en el centro del campo, disputa del balón y toque por parte del rival no parecía recomendable debilitar la zona en la que se iba a dirimir la batalla. Lo hizo Ángel López para ganar supuesta presencia arriba, como si importase hacerlo cuando el resultado fue estar a merced de su oponente. Jugó con dos islas arriba sin que nadie actuase de conexión. Cada vez que Vila o Traoré se vieron superados y desbordados debió mirar de reojo al malagueño en el banquillo. En cuanto pudo rectificó, pero ya fue demasiado tarde. El argumento de la confianza en lo que funciona no valió para mantener a los tres centrocampistas que mayor solidez han aportado o al canterano en banda en lugar de un intermitente David Segura, pero sí para repetir con Julio atrás en lugar de Sergio González. El asturiano sufrió mucho ante atacantes tan dinámicos. La amarilla fue una buena coartada para el cambio. Ayer el Recre tuvo a su mejor central y a su mejor centrocampista sentados en el banquillo. Y el Betis Deportivo se encontró con una autopista.

Lo único positivo de la primera parte fue que sólo terminó 1-0. Con algo más de maldad el filial verdiblanco habría resuelto ya el partido de forma holgada. El Recre sólo pudo correr detrás suyo sin encontrar nunca cómo pararlo. Que un equipo alegre y a veces algo alocado en su juego mueva la pelota o lleve el peso del choque entra dentro de lo previsible. No lo es tanto que un grupo de chavales sea capaz de imponerse en intensidad a un conjunto ya hecho como el albiazul.

No hubo partido durante 45 minutos. La constante superioridad bética generó acciones constantes de peligro que los albiazules capearon con serios problemas mientras temieron un segundo tanto que siempre sobrevoló la Ciudad Deportiva Luis del Sol. El mejor recreativista fue Marc Martínez, prueba clara del baño.

Tan corta ventaja en el marcador daba pie a la esperanza. Había sido un juguete en la primera mitad. En la reanudación el Recre tenía la oportunidad de cambiar el signo del partido. Al contrario. Si José Juan Romero ordenó que los 45 minutos iniciales se jugasen con balón, en los siguientes decidió ceder algo el cuero para buscar una contra con la que liquidar. Tuvo a un solícito compañero de baile que le siguió los pasos.

Ángel López hizo un primer cambio claro para que entrase Sergio González por Julio. Con ello recuperó solidez y salida más limpia desde atrás. El repliegue del Betis Deportivo permitió al Decano disfrutar una falsa sensación de dominio que hizo pensar en la posibilidad de un tanto que al menos salvase un punto. Con la entrada de Rafa de Vicente se acrecentó esta percepción. Después de todo sólo había un gol de distancia, por suerte para el Recre. En los 90 minutos la única ocasión para los recreativistas la tuvo Lazo a la hora de partido con un mano a mano algo escorado que salvó Pedro en una fase de ida y vuelta en la que la mejor baza recreativista fue la alegría del oponente.

Esperó Loren hasta el 84 para despedirse del filial verdiblanco con un golazo. El atacante que ya es jugador de Primera lo demostró con una definición con clase a la salida de Marc Martínez, totalmente vendido en una acción final para cerrar la cuenta. Un 2-0 doloroso que demuestra las carencias recreativistas, su nula capacidad de respuesta y lo coloca ante la tesitura de centrarse en objetivos más concretos. La realidad se impone.

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