Antes de entrar, hay que dejar salir. Es una máxima del fútbol más antigua que el balón. Jesús Vázquez desembarcará en los próximos días en el Nuevo Colombino con un nuevo proyecto bajo el brazo y se encontrará con que tiene a 16 futbolistas en nómina, cuerpo técnico, director deportivo y hasta jugadores sobre los que hay una opción de compra que expira el 30 de junio. Se va a tener que emplear a fondo para resolver una situación nada barata. Una estimación del coste que tendrá resolver todos los contratos de los futbolistas que no tengan sitio en el nuevo proyecto ronda los 500.000 euros. Supone un porcentaje elevado de los recursos disponibles.

El escenario es similar al de la pasada campaña. Entonces no siguió el entrenador pero sí una cantidad importante de futbolistas. Muchos jugadores renovaron tras el ascenso e iniciaron la pretemporada. El tiempo demostró que fue un error dar continuidad a futbolistas que habían cumplido su misión y que no tenían nivel suficiente para el nuevo objetivo. Al final hubo que hacer retoques a escasas horas de comenzar la liga cuando el entrenador dio la voz de alarma. El mercado invernal confirmó lo errático que fue mantener futbolistas en algunos casos por más valor humano que deportivo.

La Primera RFEF que espera al Recre es una categoría muy dura. Está mucho más cerca de la LFP que de la Segunda RFEF. Es un salto cualitativo importante que exigirá una profunda revolución. El problema es que antes de hacerla habrá que destinar una cantidad considerable de dinero a liquidar el ascenso. Hay siete jugadores que han renovado automática tras subir. Se trata de Iago Díaz, Trapero, Mario Robles, Josiel, Juanjo Mateo, Fran Ávila y Pablo Caballero. A estos se suman Rubén Gálvez, Manu Galán, Antonio Salinas, Sergio Chinchilla, Nacho Heras, Adrián Victores y Víctor Morillo. Son 15 en total a los que se añade el recientemente anunciado Antonio Domínguez. Además hay una opción para renovar a Rubén Serrano y Mbaye antes del 30 de junio.

Si la entidad respetase el contrato de todos ellos solo podría hacer cinco contrataciones. Es evidente que tienen que salir y lo van a hacer muchos jugadores para dotar a la plantilla de los recursos necesarios para competir en la nueva categoría. Y para todo ello habrá que abrir la cartera.

Pero hay más. Junto a los profesionales hay que resolver dos cuestiones complejas y caras. Abel Gómez renovó tras el ascenso, lo tenía fijado por objetivos, y el director deportivo Dani Alejo tiene un año más. Firmó por tres cuando llegó procedente de Algeciras. Ninguno de los dos tiene sitio en el nuevo proyecto. El proyecto de Jesús Vázquez plantea un giro completo en la política deportiva de estos dos últimos años.

El excapitán albiazul desembarcará en la entidad en los próximos días. La previsión es que a lo largo de la semana que viene se produzcan el resto de dimisiones en el consejo de administración que permitan la incorporación por cooptación de tres dirigentes del nuevo proyecto, tras la anunciada ayer a última hora del presidente, José Antonio Sotomayor. En ese momento se revocarán los poderes ejecutivos actuales, se nombrará un nuevo presidente y comenzará a operar el club bajo los designios de sus dirigentes. El tiempo apremia porque hay que resolver el complejo escenario de la plantilla deportiva, poner en marcha una campaña de abonados, elegir un entrenador y poner en marcha toda la maquinaria. Una contrarreloj con una nueva categoría difícil al fondo. Al Decano le esperan rivales del potencial del Málaga, el Córdoba, la Cultural Leonesa, el Lugo, el Murcia o el Deportivo de la Coruña.