Proteger el legado de Juan Ramón

Huelva tiene una deuda de gratitud con el poeta de Moguer y las administraciones deben velar porque su impronta se mantenga

Pocos lugares de España pueden presumir de contar entre sus vecinos con un Premio Nobel de Literatura. Huelva es desde 1956 uno de ellos gracias al reconocimiento que la Academia sueca otorgara a Juan Ramón Jiménez. Ese honor, reservado para muy pocos elegidos a lo largo de la historia, conlleva también la obligación de autoridades y ciudadanos de reivindicar la obra del escritor de Moguer y de velar porque su legado no solo permanezca sino que gane esplendor. Durante muchos años, la obra de Juan Ramón ha sido víctima de cierta estigmatización según denunciaba en estas mismas páginas su sobrina nieta y legataria, Carmen Hernández-Pinzón. Ese desapego, que nunca ha sido tal para los onubenses de a pie, es el que ha permitido que al mayor autor onubense de la historia se le haya soslayado en demasiadas ocasiones sin motivo alguno. El último ejemplo de esa falta de cariño hacia el legado juanramoniano es la situación en la que se encuentra la finca Fuentepiña y el conocido como pino de Platero, dos elementos centrales sin los que no se podría entender la obra del poeta. Los desencuentros entre la Administración andaluza y la propiedad del inmueble han derivado en un proceso judicial eterno plagado de recursos. En el mismo, además, han quedado al descubierto errores de bulto por parte del Gobierno andaluz que dejaron sin protección a la finca o una pasividad administrativa inaceptable para que cuando estuvo bajo su control se produjera algún trabajo de conservación y mejora de la misma. Por todo ello, y más allá de que la Consejería de Cultura se ampare en los procedimientos judiciales para justificar su imposibilidad de actuar, nos parece de todo punto lógica la reclamación planteada por el PP e IU para que se actúe con diligencia frente a "la dejadez y abandono" que sufre este legado. La promoción de Huelva no puede pasar exclusivamente por sus playas y su gastronomía -elementos muy destacables desde luego- sino que debe incidir también en valores como la cultura. En este sentido, nadie mejor que Juan Ramón para hablar de Huelva y nada mejor que recuperar su obra y sus lugares para promocionarla. Sin caer en chovinismos propios de exaltados, los onubenses hemos de reivindicar a nuestra más excelsa figura de las letras y debemos exigir a las administraciones la máxima implicación posible en la defensa de su legado. Es la forma mínima de devolverle al poeta una mínima parte de lo que él hizo por la provincia.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios