Ajuste fino

Antonio Castro / Ancastro@huelvainformacion.es

Los plazos de la presidenta

DECÍA recientemente la presidenta de la Diputación que a ella ni la Prensa ni nadie le va a poner plazos para sus compromisos. Y lo curioso es que los plazos de la señora Guerrero se los puso ella misma en su momento.

En primer lugar, doña Petronila dijo cuando tomó posesión que entre sus primeros objetivos -y lo dijo marcando bien el gesto- estaba rescatar la mitad de la propiedad del Gran Teatro y el edificio de la Merced que ocupa la Universidad. A principios de septiembre anunció que le daba al alcalde de plazo hasta finales de ese mes para que le devolviera la mitad del Gran Teatro. Y ya han pasado los plazos que la propia presidenta se dio. Posiblemente, Petronila Guerrero, que es muy inteligente, haya visto ahora que puede sacar más de una negociación. Aún así, los plazos los puso ella.

El aeropuerto. Nadie le va a marcar el calendario a la presidenta, ni la Prensa, para actuar en relación con este proyecto. Pues bien, fue la propia presidenta la que anunció al comienzo de su mandato que en los próximos dos o tres meses iba a decir qué se iba a hacer con el proyecto de aeropuerto de Diputación y Cámara de Comercio. Han pasado agosto, septiembre, octubre, noviembre y va a terminar diciembre. Posiblemente, al final la presidenta consiga sacar adelante su proyecto con todos los requisitos y el aeropuerto sea una magnífica realidad. Pero los plazos los puso ella.

Petronila ve enemigos con la misma facilidad con que los palpa Mario Jiménez o Barrero, que tratan de evitar que ella se convierta en el revulsivo que muchos esperan pueda ser en la política provincial la actual presidenta de la Diputación.

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